Narra María.
Estuvimos en la habitación de Alejandra e interrumpí la conversación.
Chicos, voy al baño, ahora vengo.—Dije levantandome de la pierna de Louis.
Ellos asintieron y yo salí por la puerta.
No iva a ir al baño ni mucho menos. La situación de Ana me preocupaba bastante, asique fui a su cuarto.
Toqué la puerta dos veces y susurré.
¿Puedo pasar?—Susurré apoyada en la puerta.
Claro.—Escuché decir a Ana con tono de pena.
Abrí la puerta y me la encontré en la cama sentada con las piernas cruzadas y con un camisa larga azul.
¿Esta todo mejor?—Pregunté a mi amiga quitandole un mechón de su cara.
No, todo esta peor. Ha dicho que todo esto le confunde, que yo le confundo y se ha ido. —Respondió Ana intentando no llorar.
Pero Ana, no llores más. Él se lo pierde, limpiate las lágrimas y ponte tu mejor vestido y alegrate. Piensa en positivo, él se va dentro de unos días a España y tú podras pensarlo todo mejor. Además, mañana conoces a Cara. ¿No es eso un motivo para estar feliz?—Le contesté.
Ella me miró a los ojos y se secó una lágrima.
María, no es todo tan fácil. Él se va a España y yo me alegro, pero es que lo necesito cerca. No sabes lo mucho que duele todo esto. Se me ha roto el corazón cuando ha salido por la puerta. Y claro que estoy feliz por conocer mañana a Cara. Es lo que me anima ahora mismo.—Me contestó ella mientras se tocaba sus manos.
Seguro que vas a conocer a más chicos e incluso mejores.—Respondí.
Pero es que Niall en todo era el mejor.—Susurró.
En engañarte y acostarse con una tía también fue el mejor, eh. Y encima, te dice que no se arrepiente. No sé que haces aquí llorando por ese estúpido.—Negé con la cabeza.
Ana se quedó helada, sus ojos se ivan aguando más y más y sus labios temblaban demasiado.
Iba a hablar pero ella me interrumpió.
No, tienes razón.—Dijo ella poniendose en pie.
Yo sonreí y me pusé de pie.
Vamos con los demás, preciosa.—Le dije y salimos por la puerta.
Narra Ana.
Salimos de mi habitación y nos dirijimos a la de Alejandra donde estaban todos.
Abrí la puerta y me encontré con todos los ojos centrados en mí.
Ana, estas muy sexy con ese camisón.—Escuché a Harry decir con su voz ronca.
¿Gracias?—Dije y me senté en el sofá de la habitación de Alejandra.
La sala se llenó de un silencio un poco agobiante.
Me acordé de una frase que decía mi profesor Don Eladio en Lengua y no pude evitar reírme.
"Hoy hace un día muy bonito."—Se repetía esa frase en mi mente con un tono gracioso una y otra vez.
¿De que te ríes?—Preguntó Harry.
Nada, que me he acordado de una frase y no podía evitar reírme.—Dije aún riendome.
Le expliqué a todos la frase y ellos empezaron a reír por lo tonto que era.