4. Terror de Color

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San Diego, CA. Verano de 2009 (por ende, 8 años atrás)

- Vamos maricas! El Océano Pacifico es excelente de noche -. Cuyi gritó al resto del grupo mientras se quitaba su ropa, listo para nadar.

Hasta ese momento, todo habia sido genial: hace ya varias semanas que dejaron Los Ángeles atrás, por lo que nadie los seguia o los miraba raro, y desde que llegaron a San Diego no hicieron más que divertirse recorriendo las playas y los distintos centros turísticos que la ciudad ofrecía.
Eran ya las 21 hs. de la noche, pero seguia haciendo calor. Todos se encontraban sentados en la arena o rocas grandes. Ninguno hizo caso al rubio y siguieron conversando entre ellos... excepto Dare. Él siempre seguía a Cuyi.

- Si! -. Dijo con entusiasmo al mismo tiempo que se quitó su remera.

Dare corrió unos metros y se lanzó de cara al agua... solo que lo hizo mucho antes de lo debido, pues cayó sobre la arena. Parecía que todos lo vieron, pues el teñido escuchó las risas de sus amigos.

- Bueno, de nuevo -. Cuyi le ayudó a levantarse.

Y ambos volvieron a tomar velocidad para lanzarse nuevamente de cara al agua. Cuyi cayó de cabeza contra una piedra que no vió, aunque Dare si aterrizó en el lugar debido. Nuevamente todos fueron testigos.

- Oh mierda -. Dijo Dare mientras se acercaba al cuerpo flotante de su amigo.

- Oh no, Cuyi's dead! Wait... Cuyi... you know? Now I want some sushi guys (Oh no, Cuyi está muerto! Esperen... Cuyi... Saben? Ahora quiero algo de sushi) -. Wade no pareció tener el mínimo interés en lo sucedido y se alejó seguido de Lars.

Al oir la palabra "Sushi", el estómago de Dare comenzó a rugir, después de todo era su comida exótica favorita. Dejó el cuerpo de Cuyi apoyado sobre una gran roca y siguió exaltado al grupo. Wade les dijo a Rodney y a Mike algo que Dare no alcanzó a oir, pero que debia ser algo aburrido, pues los 2 hicieron un gesto de cansancio antes de volver a la playa.

- Eso fue vergonzoso -. Mike reía mientras se arrodillaba al lado de un inconciente Cuyi.

Rodney comenzó a darle unas suaves palmadas en la cara al rubio.

- Cuyi! Cuyi! -. Le decía con desesperación.

Y las cachetadas tuvieron el efecto deseado: los párpados de Cuyi se abrieron lo más que podían, casi como si hubiera visto algo aterrador.

- Te conozco? -. Fueron sus palabras al recobrar la conciencia.

- Oh no -. Rodney miró a Mike.

Rodney esperaba que Mike supiera que hacer.
Y no tuvo mejor idea que volverlo a dormir con una piedra del tamaño de una pelota de fútbol.

- Mejor dejemoslo durmiendo y que Wade se haga cargo de el -. Sentenció Mike.

El de anteojos tomo a Cuyi por los pies mientras Mike lo hacía por las manos. Y ambos llevaron a Cuyi a dónde sea que se hubieran ido los otros.

.................

- Buenas noches señoles, qué quielen comel? -. Preguntó el Sr. Cheng detrás de una enorme sonrisa rodeada de una tupida y blanca barba.

Habian elegido un restaurant cuyo nombre ninguno sabia (pues estaba en el idioma nativo del dueño, el grupo se debatía si se trataba de Chino, Japonés o Coreano). Literalmente no habia nadie más en el lugar, siendo esa la razón por la que eligieron comer ahi. Bueno, eso y la máquina expendedora de peluches de ositos que atrajo a Wade.

- Well, this is a sushi restaurant, so I want sushi (Bueno, esto es un Restaurant de Sushi, asi que quiero Sushi) -. Le contestó Wade.

- Con mucho gusto señol -. El Sr. Cheng se adentró en su cocina unos segundos y volvió cargando unas bandejas llenas de platillos

East Side GangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora