Me Enamore De Mi Guardaespaldas. 💕

Capitulo 5: Te ves realmente hermosa.

Narra JiHo:

-¿A donde vas, Arin? -lucia un hermoso vestido blanco, sandalias del mismo color y demasiado finas.

Estaba agachada cerca de su auto, se levanto en cuanto me escucho.

-Solo quiero salir un rato. -dijo aun dándome la espalda.

-¿Ya te olvidaste de lo que paso hace unos días?

-No... Pero es de noche y quiero salir.

-Si... ¿tan arreglada? -gire para verla de frente.

-Pues... Yo...

-Bueno, si va a salir tengo que acompañarla.

-¡No! Todo el tiempo me estas siguiendo.

-Ese es mi trabajo.

-Tu trabajas para cuidarme pero yo no quiero que trabajes para mi.

-Muy bien, le asignare a otro guardaespaldas.

-Te odio. -dijo apretando los dientes y enseguida se metió al auto en el asiento trasero azotando la puerta.

-Jaja... Usted me gusta... -dije antes de meterme al auto.

Me subí, coloque mi micrófono y el cinturón, no podía ver si ella lo tenia puesto ya que estaba detrás de mi. Me gire en el asiento para verla, no solo si tenia el cinturón... Quería verla porque ella lucia hermosa.

-El cinturón. -ordene y ella con un gesto de desaprobación lo colocó.

-¿Ya? Vámonos. La dirección esta en el GPS, guardada como Suga...

-Si, señorita.

Narra MiMi:

YooA me llamo sin expresión alguna fuera de la casa, de alguna forma me duele que este así... Ella es... Dios ¿que me esta pasando?

-Vamos a salir. -decía mientras caminaba hacia el auto.

-¿A esta hora?

-Si ¿algún problema? -me miro como si me odiara y me dolía de alguna forma.

-Ninguno. -le abrí la puerta y se subió para después subir yo.

Me dio la dirección en un pedazo de papel, poco o mucho creo que estoy cerca de ella y que un hermoso sentimiento hay entre nosotras. Mientras conducía me decidí a hablarle, ella estaba atenta al celular.

-Señorita Si Ah...

-¿Si? -no volteo.

-Yo... Quería disculparme por lo que paso hace unos días... En el... Centro comercial.

-Dejalo. -no volteaba para nada.

-No puedo.

-¿Porque?

-Es que... Yo... Cuando la conocí era mas liberal y... Ahora... Parece que ya no sonríe.

-Ah... Bueno, yo te conocí y ni si quiera sonríes.

-Creó que eso no tiene nada que ver.

-¿A no? -dejo de mirar su celular- Que no te importe lo que pasa conmigo de ahora en adelante.

-Si me importa, debe importarme.

-¿Porque?

-Porque... Es mi trabajo.

-Estoy bien y ya.

-Aún así... Si fue mi culpa el que usted este así, me disculpo y muchas gracias por el regalo. Llegamos.