Capitulo 37: ¿JinE?

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-Por favor Arin, no te cases...

-Jiho controlate y deja de decir estupideces. -le dijo Arin entre dientes- ¿Que te pasa y porque vienes así a mi casa?

-No puedes casarte con el...

-Ay... Por favor, Jiho. Ya habíamos hablado de eso y no quiero verme en la maldita necesidad de dejarte de hablar ¿Entendiste?

Arin intento irse pero Jiho la agarro fuerte de la muñeca y la jalo hacia ella, volviendo a besarse, pero esta vez Arin no se dejó, no quería ¡Con un demonio Jiho! ¿Acaso no te das cuenta que ya NO te amo? Deberían amarrarla. Como pudo Arin se zafó de Jiho demostrándole que sentía asco por ella, ah eso parecía.

-¡Déjame en paz, Jiho! No te quiero volver a ver...

-Yo sé que me quieres Arin no tienes porqué ocultarlo.

-No puedo creerlo. -Arin se puso en una postura irreconocible- La antigua Jiho llegó y me hizo creer que me amaba para luego dejarme sola sin decir nada y la nueva tu, está siendo obsesiva conmigo.

Jiho planeo contestarle pero noto cierto tipo de odio en su voz cuando mencionó el pasado, que prefirió ocultar que había recordado absolutamente todo.

-Si jugué contigo en el pasado... Lo único que hiciste fue... ¿Vengarte?

-Si. -mintio- ¿Sabes porque? Porque odio tanto verte como si nada hubiese pasado cuando yo viví en una maldita depresión...

Jiho se sintió mal por sus palabras y aunque la verdad no la supiera sabía que Laun era un buen partido para ella y que se atrevería a dejarla para que fuera feliz a costa

-Escucha... Se me fue de las manos pero... -Arin decía al ver la cara de tristeza de Jiho- Si me arrepiento porque... Yo no soy así. Lo siento y por favor... No vuelvas a buscarme y mucho menos a hacer algo como esto.

Le dijo antes de darse la vuelta y caminar.

-Te amo... -lo dijo fuerte para que ella la escuchará pero... Arin ni si quiera detuvo su paso, se metió a su casa y Jiho se fue.

Caminaba por las calles pensando que hace tres años perdió la oportunidad de ser feliz. Sin embargo tenía a su padre y a su mejor amiga.

Tomó su celular y llamo a alguien, pidió verla y Mimi amablemente acepto verla en casa de Jiho. No tardó ni quince minutos para llegar.

*Dingdong*

Jiho abrió la puerta y vio a una Mimi sonriendo.

-Hola Jiho... -se preguntaba quien era el culpable de que ahora sonriera fácilmente, porque se veía realmente linda cuando lo hacia.

-Mimi... -la abrazo tan fuerte que Mimi sentía que su respiración se cortaba aunque no le dio mucha importancia cuando escucho el llanto desesperado de Jiho, la abrazo y acarició su cabello tratando de calmarla- Te extrañe tanto tiempo... Te extrañe...

-Yo también te extrañé... -decia confundida, quedaron en el suelo arrodilladas Jiho ocultaba su rostro en el cuello de Mimi hasta que logró tranquilizarse, soltó una pequeña risa.

-¿Quién diría que te volvería a ver con el cabello corto? -Jiho se separó y sonrió con nostalgia- No puedo creer que... YooA te haya cambiado tanto como para sonreír tan fácilmente, yo...

-¡RECORDASTE! -Mimi la tomó de las manos y quería brincar de la maldita emoción, pero ahí estaba. Aguantando las ganas de llorar, reía como loca ¡Tanta felicidad, Dios!- ¿Cuando paso?

-Hace unas horas... Recuerdo todo Mimi ¡Todo! Cuando ingresamos a la agencia, cuando íbamos a la preparatoria y cuando te caíste porque tus agujetas estaban sueltas en plena presentación de la secundaria. -Jiho la miro con ternura y con tanta nostalgia- Cuando te conocí...

Me Enamore De Mi Guardaespaldas. 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora