Londres:
Abría los ojos con pesadez, sus brazos y todo el cuerpo le dolía, los grilletes comenzaban a desesperarla y le ardía por muy poco que se moviera. De lejos le llegó un ligero olor a pan, de esos que huelen tan bien recién salidos del horno.
-Mierda... -susurro, no podía creer que en ese momento estaba siendo una miserable.
¿Como había llegado aquí? Bueno, su patrona, la Princesa, apodada así por negocios de tráfico de drogas. Mando a un grupo que reclutó, obligándolos como lo hizo con Jiho. Al estar cerca de encontrar y atrapar a Orse, en un pequeño descuido Shin amiga de Jiho, estaba en las manos de un peligroso asesino. Jiho la puso a salvo pero a ella la atraparon...
-Abre la boca. -dijo un hombre acercándose a Jiho, acercandole un vaso de agua y después un trozo de pan, el cual acepto, realmente tenía hambre. Termino de masticar y vio al hombre frente a ella.
-Gra... Gracias. -el hombre la miro con lástima.
-¿Porque no confiesas donde está la Princesa? Te mandarán a un sitio peor si no lo haces.
-Porque... Soy leal... -dijo quejandose del dolor entre palabras- Y... Si digo algo... De igual... Manera... Moriría.
-¿Lealtad? Yo no soportaría tanto por la "lealtad".
Eran ciertas sus palabras pero, vamos. Obviamente Jiho no se pondría a decir "Porque me están amenazando, quieren matar al amor de mi vida". Así que solo se limitó a sonreír con dejo de tristeza.
-Lamento esto que estás pasando, no se lo deseo a... -fue interrumpido por el sonido de varios disparos, notando que en la entrada de la bodega uno de los matones estaba muerto en asqueroso suelo.
-Escondete... -le dijo Jiho al sujeto el cual reaccionó en un par de segundos y se escondió detrás del estante oxidado.
Y en menos de un minuto, entró su grupo de investigación, Jin se hizo amigo de Jiho cuando a este le dispararon en la pierna. Habían colocado una bomba en el edificio y el no podía moverse tan rápido, aparte de que la Princesa había dicho que lo abandonaran ahí. Jiho sabiendo que era una orden directa de su patrona, desobedeció y salvo a Jin de haber muerto. Detrás de él su compañera Shin, no le gustaba su nombre por lo que solo lo sabía Jin y Jiho, se habían hecho tan amigas que hablaron de su pasado y de porque ahora estaban ahí, Shin es una experta para las computadoras, hackea cualquier cosa y cuenta. Ella luchaba para que su hermano y su madre no vivieran en la miseria y sobre todo, dejó al hombre por el cual moría de amor. Detrás de ellos otros dos chicos. Iban perfectamente equipados con chalecos antibalas, una pistola de 9mm y un AK47, estaban dispuestos a matar a cualquier persona.
Jin se detuvo a inspeccionar que no hubiera alguien y al fondo de la bodega vio el cuerpo de Jiho.
-¡KIM! -Jiho sonrió de lado al ver a Jin y a Shin corriendo hacia ella, buscaron la manera de quitarle los grilletes pero no podían- Diablos... Necesitamos la llave.
-Se tardaron... ¿No creen?
-Perdona el retraso. Nos costó mucho llegar hasta aquí. -dijo Shin con un poco de amargura, con tristeza de ver a su "apoyo moral" justo como estaba- Tenemos que darnos prisa.
-¿Tienen una navaja? -pregunto Henry, otro miembro del grupo- Creo que puedo abrirla.
Shin saco una navaja de su bota y se se la dio a Henry, estuvo picando por largos segundos en los grilletes hasta que las manos de Jiho estuvieran sueltas, Jin la cargo en sus brazos y estaban a punto de irse, pero Jiho los detuvo.
-Hay una persona aquí... -dijo aguantando sus ganas de quejarse de dolor.
-¿Que? -todos se pusieron atentos, quitandole el seguro a sus armas.
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Me Enamore De Mi Guardaespaldas. 💕
RomanceArin es hija de un candidato a la presidencia por lo cual tiene enemigos, pronto su padre tiene un atentado y después decide contratar a un guardaespaldas esta siendo una de las mejores entrenadas dentro del campo. JiHo es una guardaespaldas mejor...