Lágrimas que recorren por mis mejillas, marcas de mis propias uñas en alguna parte de mi cuerpo, agobio, gritos reprimidos, noches a oscuras llorando en un rincón de mí habitación, abrazos a mis rodillas, lamentos, y finalmente un "estoy bien" delante de mis padres, con la cara lavada, una sonrisa fingida, unos ojos tristes intentando asimilar que son felices, y todos creen que soy feliz, no hay ni un pequeño rastro de las noches sin dormir mientras lloro, porque al fin y al cabo una sonrisa fingida se puede dar por verdadera delante de toda la gente.
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Mi nombre es Vela, Vela Grey. Tengo 16 años, soy una chica corriente, del montón, exactamente de debajo del montón, no tengo nada para destacar de mi; soy morena, de estatura media, mis ojos son marrones, nada especiales y llevo gafas. Vivo con mis padres y cuando digo padres me refiero a dos padres, sí, son gays, soy una niña adoptada claramente, no me avergüenzo de ellos, es más me agrada tenerlos, hace tiempo les pregunté por mi verdadera madre y aunque les costó finalmente me dijeron la verdad; mí madre biológica no me quiso desde el primer instante en el que se enteró de que yo estaba en su vientre, intento abortar pero fue demasiado tarde, intento abandonarme pero tomó la decisión de darme en adopción, nunca se molesto en tener algún contacto conmigo y sinceramente lo agradezco. ¿De que me sirve una madre que no me quiso?
Mis padres me criaron con cariño, amor y ternura, al igual que a mi hermano, él se llama Owen, él y mis padres intentan protegerme de todo cuanto este a su alcance, ellos son lo mejor que tengo.
Voy al instituto y a decir verdad no me siento a gusto, nunca me he sentido a gusto incluso en el colegio, me han marginado de los grupos, no tengo amigos, y a mi pesar soy la favorita del profesor, cosa que no da amigos, muchos me llaman empollona, nerd y montones de cosas que me repiten día a día, sí, estoy cansada pero me da miedo decir algo, me da miedo expresarme y quedar en ridículo, nunca les hablé de ello a mis padres ni a mi hermano, me da miedo que me cambien de instituto, pues hay una enorme razón por la cual sigo ahí y voy cada día con una sonrisa aunque aveces sea fingida, mí razón tiene nombre y apellido, Jesús, Jesús Oviedo, esa es mí razón, es un chico bastante conocido, especialmente por las chicas, todos le tienen mucho respeto y nadie se atreve a contradecirlo, sé muchas cosas de él, quizás se más de él que de mi misma, es lo que tiene estar enamorada, cosa de la cual ni mis padres ni mi hermano pudieron protegerme; desde el colegio llevo suspirando por él, pero él nunca se fijaría en mí ¿quien lo haría? Doy asco, solamente podría reírse de mí como todos los demás.°
Mi nombre es Jesús, Jesús Oviedo, tengo 16 años, ojos marrones al igual que mi cabello, soy bastante alto y musculoso, soy un chico bastante divertido, extrovertido y muy conquistador ¿quien se resiste a mi? Nadie, tengo a la chica que quiero cuando quiero. Vivo con mí madre, mí hermano gemelo Daniel vive con mí padre debido a varios problemas que hemos tenido él y yo juntos, nuestros padres se divorciaron y él decidió irse a vivir con papá. Soy bastante conocido en el instituto, especialmente me conocen por ser un gran conductor, sí, un conductor que ha ganado varias carreras de coches ilegales a lo largo de casi tres años, no pierdo, eso no se me da bien. Daniel odia mi personalidad, esa siempre ha sido una de las grandes razones por la cual nos hemos distanciado ¿pero que iba hacer? No voy a cambiar; si a él no le gusta, que se aguante, yo no cambio, me gusta como soy y no dejaré de serlo por nada ni por nadie, nunca, eso no va conmigo.
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Distintos Destinos.
RandomÉl, quizás el chico más deseado, perfecto y popular de todo el instituto. ¿Podría alguien como él fijarse en una chica invisible? Ella, quizás la chica más inviable que haya en el instituto. Sí, quizás sea la típica historia del popular y la e...