NARRA VELA
Acabé cediendo, subí al coche, cerré la puerta y él arrancó el coche.
°
- ¿Que hacías por la carretera sola?- No encontraba a mi hermano y quería volver a casa. -Dije sin mirarle.
- Estas como a dos horas y media de tu casa andando, te ibas a morir de frío. -Soltó una carcajada
- Bueno. -frote mis brazos-
- Coge mi cazadora anda.
- No hace falta. -Dije nerviosa-
- Cógela Vela, te vas a resfriar.
- Esta bien. -Dije con la voz temblorosa-
°
Cogí su cazadora de la parte trasera de su asiento, me la coloqué por encima y me cubrí un poco.
°
- No sabia que conducías.- Lo hago desde los catorce.
- Vaya.
- ¿Que hacías tú en las carreras?
- Acompañar a mi hermano.
- Ah ¿Quien es?
- Owen.
- Vaya, mi mayor contrincante. -Dijo sonriendo-
- ¿Lo has visto?
- Sí, se fue con una tía después de llagar a la meta.
- Ah, que bien. -Soplé.
- Eres demasiado tímida.- Sí, bueno. -Miré por la ventanilla.
°
Acaricié la cremallera de la cazadora con la yema de mis dedos mientras sonreía; en aquel momento miles de sentimientos me invadieron, jamás imagine algo así, estar en un coche con Jesús es algo que nunca en mi vida podría llegar a imaginar.
°
- ¿Te encuentras bien?
- Sí.- Estas temblando demasiado.
- Es el frío. -Dije mas nerviosa aún.
- Tápate bien, pronto llegaremos a tu casa.
- Vale.
°
El resto del trayecto lo llevamos en silencio, sin que él se diera cuenta lo miré y sonreí, sus cejas fruncidas, sus ojos clavados en la carretera, su expresión de concentración y su manera de manejar. Me miroy, rápidamente me giré evitando su mirada, sin mirarme ya me ponía nerviosa, no quería ni imaginar como estaría si me mirase directamente a los ojos.
°- Hemos llegado.
- Gracias, Jesús.
- No es nada.
°
Dejé su cazadora en el asiento y abrí la puerta.
°- ¿No vas a darme dos besos de despedida? -Dije riendo.
°
Tragué saliva, evitando el contacto con sus ojos, besé sus mejillas y salí del coche, cerré la puerta de su coche y él arrancó, entré en mi casa mientras sonreía, sonreía de manera involuntaria, la sonrisa en aquel momento no me cabía en el rostro.
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Distintos Destinos.
AléatoireÉl, quizás el chico más deseado, perfecto y popular de todo el instituto. ¿Podría alguien como él fijarse en una chica invisible? Ella, quizás la chica más inviable que haya en el instituto. Sí, quizás sea la típica historia del popular y la e...