Distintos Destinos.

Capítulo -1

NARRA VELA

-Vela, cariño, Vela ¿Estas bien? - Dijo tras la puerta del baño.

-Sí papá, ahora salgo.- Limpié mis lágrimas.

-¿Ocurre algo cariño?- Dijo preocupado.

-No papá, tranquilo.- Contesté con calma.

-Esta bien cielo, tú desayuno esta en la mesa.-

-Gracias.- Dije sonriendo falsamente.

°
Escuché como se iba alejando, abrí el grifo, el agua empezó a caer, empecé a lavar mi cara, el agua fría retiraba mis lágrimas, me miré al espejo y volví a odiarme, empecé a observar cada una de mis imperfecciones dándole grandes importancias, suspire bajando la mirada ¿Por qué no podía quererme?

Sequé mí rostro con una toalla, coloqué mis gafas, suspire y finalmente salí del baño, caminé hasta la cocina, mis padres y mi hermano me miraron sonrientes.
°
-Buenos días cariño.- Dijo mí padre.

-Buenos días papi. -Besé su mejilla.

-¿estas bien?- Preguntó Owen, mi hermano.

- Sí.- Sonreí.

-¿Has llorado cariño? -Preguntó mientras se sentaba a la mesa.

- No papá, es alergia, siempre me pasa.-

- Yo me tengo que ir ya, llego tarde a la universidad.-
•
Besó mí mejilla, seguidamente besó la mejilla de mis padres y se marchó.
•

- ¿Quieres que te lleve al instituto Vela?- Preguntó Papá.

-No tranquilo, voy caminado, me gusta más.-

- Esta bien cariño.-

•
Terminé de desayunar, lavé mis dientes mientras evité mirarme al espejo, me despedí de mis padres y salí de casa.

Como cada día elegí el camino más largo para llegar, pues por este camino podía pasar frente a la casa de Jesús y quizás, con suerte verlo por "casualidad" por la calle y no en la clase.
A lo lejos ví como él salía de su casa, empezó a caminar en dirección al instituto mientras moldeaba su tupé con las yemas de sus dedos; caminé detrás de él a una distancia lo suficientemente lejana para que no se percatase de mi presencia.
Finalmente llegamos al instituto, él se quedó en la puerta fumando junto a sus amigos, mientras tanto yo entré con rapidez para llegar a clase; me senté en la primera fila cerca del profesor, saqué un libro y empecé a leer, el timbre sonó, todos empezaron a entrar, cada uno reía mientras hablaba con su compañero de al lado, se sentaron juntos mientras yo me quedé sola.
•
-Buenos días chicos.- dijo el profesor mientras entraba.

-Serán para ti.- Contestó Jesús.

- Vaya Jesús, dando guerra desde primera hora. -

- Si no molesto, no soy yo. - Dijo riendo.

- Como no- me miró -Vela ¿Que tal?-

-Bien. - dije bajo.

-¿Quieres hablar alto?- interrumpió Kila -No te vamos a comer niña.- Miré mis manos.

- Kila, dejala en paz esa es su forma de hablar.- Me defendió el profesor.

•
Finalmente la clase dio comienzo, tras terminar las tres primeras horas todos salimos al recreo, me senté en un banco lo suficientemente lejos para que Jesús no me viese pero que yo sí puediera verlo a él, como cada día, lo miraba desde lejos, observando cada uno de sus movimientos, pero él sigue sin notar mi existencia, exactamente como cada día de mí vida....