NARRA VELA
No me giré, me quedé quieta, él se acercó a mi, coloqué bien mis gafas y finalmente me giré.
°- Toma, te la habías dejado en clase. -Me dio mí libreta.
- Gracias. -La cogí.
- Perdona por llamarte empollona, no recuerdo tu nombre.-
- Tranquilo, estoy acostumbrada.-
•
En ningún momento conseguía mirarle a los ojos, sabía que si llegaba a hacerlo acabaría más nerviosa y temblaría más de lo que ya estaba haciendo, el silencio reinaba en ese preciso momento, pero no quería irme, deseaba tanto tiempo quedarme junto a él a solas que nunca creí que llegaría.
°
- Me voy. - Anuncié girandome.- Espera - agarró mi muñeca.- ¿No piensas decirme tu nombre? -Me giré.
°
Y en ese momento los nervios se apoderan de mí, él seguía agarrando mi muñeca mientras me miraba atentamente, empecé a temblar y él lo notó.
°
- Ehh, sí, me llamo Vale.- tartamudeé como pude. Él rió. - Quiero decir Vela.-- Me gusta. - sonrió.
°
Y joder, maldita sonrisa perfecta, malditos labios curvados que la formaban, maldito él, que me hacía olvidar todo por segundos.
°
- ¿Estas bien? -Me soltó.- Sí -Dije nerviosa - debería irme.-
- Por cierto, yo soy Jesús.-
-Sí, lo se, llevamos en la misma clase desde primaría.-
- Vaya, que mal compañero soy. -
-Da igual. -Sonreí.
- ¿Vives por allí? -Dijo señalando mi calle, asentí- Te acompañare, yo también vivo por allí. -
- Esta bien. -Y mis nervios aumentaron.
- No hablas mucho ¿cierto?-
- No tengo de que hablar.-
- No hay que tener razones para querer hablar.-
-Tengo poca labia. - él se rió.
- Vaya y yo. -
- ¿Jesús Oviedo poca labia? Que raro. -Me reí.
- Vaya sabes mi apellido.-
-Sí, bueno, suelo ver la lista de vez en cuando.-
- Esta es mi casa, adiós Vela. -
°
Sonrió, se acerca a mí y besó mi mejilla, seguidamente se giró y fue hacia su casa, rápidamente cubrí mi rostro, el cual estaba más que ruborizado, él se metió en su casa, empecé a correr hasta llegar a casa, tras llegar cerré la puerta y sonreí, seguidamente empecé a reír.
°
- Que contenta vienes ¿No? ¿Algo nuevo?- Dijo mi padre.- No, nada nuevo papi. -Bese su mejilla.
- ¿Segura? -
- Sí, tranquilo. -Subi a mi habitación.
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Distintos Destinos.
DiversosÉl, quizás el chico más deseado, perfecto y popular de todo el instituto. ¿Podría alguien como él fijarse en una chica invisible? Ella, quizás la chica más inviable que haya en el instituto. Sí, quizás sea la típica historia del popular y la e...