Capítulo 5

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Como lo habían planeado el equipo azul se dividió. Miranda ya se había dirigido al lugar en dónde Cloe les había indicado que se encontraba su bandera. Ella se posiciono en un lugar estratégico en el cual le permitía una vista de trescientos ochenta grados para así poder divisar a cualquier enemigo que quisiera tomar su bandera.

El bosque estaba muy silencioso, no había ningún ruido. A ninguno de los integrantes de cada grupo le gustaba esa idea. El que el bosque estuviese en silencioso era por un lado bueno y malo. Bueno porque el más mínimo ruido que escuchasen les advertiría que alguien estaba cerca y podía atacarlos. Y malo porque podía ser que estuviesen escondidos los integrantes del grupo opuestos listos para atacar cuando fuese el momento. Pero todos descartaron esa idea cuando se pusieron a pensar que sería absurdo ir en grupo. 

Los que estaban completamente seguros de que no iban a ser atacados eran los del equipo rojo. Sabían que nadie iba a querer toparse con ellos ni mucho menos atacarlos. Ellos eran muy bueno, se podría decir que casi profesionales. En cambio los del equipo azul recién eran experimentados y ellos si corrían la desventaja de ser atrapados por los del equipo rojo. Tenían que evitarlos a toda costa.

Belén estaba caminando sola por el desolado bosque. El único ruido que podía escuchar era el de los pájaros que cantaban de vez en cuando, el ruido de las hojas cuando el viento las hacia bailar y por último el ruido de su respiración.

Belén levanto la cabeza y pudo ver como unos débiles rayos de sol podían penetrar por las densas copas de los árboles. Rápidamente bajo la mirada de nuevo y hecho un vistazo a su alrededor. El lugar en donde se encontraba era una zona llana, su panorama era muy amplio, era bueno para ver si alguien la estaba viendo ya que allí los arboles eran de tronco delgado y nadie podría esconderse tras de estos. El problema es que alguien también podría verla de lejos e intentar atacarla. Por esto mismo decidió alejarse de la zona llana del bosque y buscar un lugar dónde hubiese más vegetación. Era una buena opción pero corría el riesgo de que alguien hubiese tenido la misma idea que ella.

Cuando encontró un buen lugar con un arbusto de bayas rojas se escondió tras de este para tratar de camuflarse y que nadie pudiese verla. Era un buen lugar por varias razones, una de ellas era que en esa zona había muchas pinochas y ramas secas que delatarían a alguien si pasaba por allí cerca. El problema era que ella no podría verlo. Intento buscar algún hueco en el arbusto que le permitiese ver para el otro lado pero no lo encontró.

Se puso tan paranoica del miedo a que la encontrasen que pensó que tal vez alguien podría escuchar su respirar o el latir de su corazón. Incluso por su mente paso la idea de que alguien pudiese oler el miedo que tenía. Estaba completamente aterrada. No le gustaba estar en ese lugar, en el juego, pero mucho menos no le gustaba estar allí porque al final sabía que posiblemente no sobreviviría a la batalla contra los Titanes. No quería ir a ese lugar. Ella aun no sabía cómo defenderse bien con las armas ni con las palabras. Aun que en la arena las palabras no importarían. Tendría que demostrar lo buena guerrera que era pero ella no se sentía así. No se sentía buena en nada.

Por unos momentos dejo de pensar en la batalla contra los Titanes e intento enfocarse en otro pensamiento, pero solo encontró uno que tampoco le agrado mucho. A ella no le agrada andar sola, ni mucho menos si sabía que los del equipo rojo estaban allí afuera esperando a toparse con alguien y poder tener un poco de diversión al pelear.

Deseaba con todas sus fuerzas toparse con alguien de su grupo para no estar sola. 

Se sentó en el húmedo suelo de hojas verdes y marrones. Pasó su mano por su rostro y pudo notar que esteba sudado al igual que su mano. No se había percatado de que dentro del bosque había demasiada humedad. También ahora comprendía porque a veces le costaba respirar y se agitaba con facilidad.

THE OLYMPIANS El Cetro de Cronos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora