Capítulo 20

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La batalla entre Zack y el Titán del viento estaba siendo bastante intensa. El joven hijo de Deméter tenía varias cortaduras en su cuerpo por las afiladas plumas negras que le lanzaba Astreo, definitivamente estaba algo débil pero siempre tenía presente que debía de acabar con la persona que le había quitado el amor de su vida.

Con cada enredadera que el joven creaba, el Titán la destruida con sus plumas. Nada de lo que Zack hacía parecía funcionar contra él. 

Entre tantos golpes y fuertes ráfagas de viento, Zack ya se encontraba lejos del lugar en dónde Hope había fallecido. Ahora se encontraba en un área llena de vegetación.

El joven estaba cansado, ya no tenía más fuerzas para continuar, siente como una fuerte brisa lo arrastra varios metros atrás. Zack estaba apoyado sobre sus rodillas y sus manos, tenía la cabeza gacha y sentía por intermedio de sus oídos la risa descontrolada de Astreo, quien al parecer le estaba resultando divertido lucha contra el hijo de Deméter.

Astreo: En serio, esto es muy divertido. Jamás creí que un hijo de Deméter fuese tan débil. Al parecer desde que recuperó a su hija de las garras de Hades, solo se ha preocupado por ella y a descuidado a los demás.

Zack: Mi madre me ha enseñado mucho, y aunque no la he visto sé que es una mujer ejemplar y confía en mí para acabar con ustedes. 

Astreo: Si bueno, creo que todos los dioses pensaban lo mismo pero ya ves que no es así—Sonrió de oreja a oreja—. Solo queda un puñado de ustedes y ahora estoy a punto de acabar contigo.

Zack: ¡No! —Gritó lleno de rabia—. ¡No dejaré que una criatura tan despreciable como tú viva! —Entierra sus dedos sobre la tierra seca. 

Astreo parece burlarse de lo que aquel joven le dijo hasta que de pronto comenzó a sentir un ruido como cuando hacen las rocas al momento de partirse. Ni bien mira hacia abajo puede notar como sus pies y la tierra que había debajo de ellos comienza a congelarse.

Zack estaba congelando toda la vegetación, literalmente la estaba dejando sin vida.

Mientras el joven se pone de pie con una mirada dura y fría hacia el Titán, este puede ver como su oponente echaba a reír y no podía parar. 

Astreo: ¿En serio? ¿Es lo mejo que puedes hacer? —Dijo en tono burlón.

Zack: No, esto es mejor —Extiende sus brazos repentinamente. 

El Titán se muestra sorprendido, no sabía qué era lo que estaba haciendo aquel muchacho hasta que sintió algo húmedo y áspero rodeando sus manos. Cuando su vista se enfocó en su principal punto débil, pudo notar como un par de enredaderas gigantes comenzaban a cubrir por completo sus manos e incluso sus piernas.

Astreo: ¿Qué estás haciendo? —Se mostraba nervioso—. ¡Ya basta! 

Las enredaderas comenzaron a cubrir por completo el cuerpo del Titán. Primero fueron sus brazos, luego sus piernas, torso, cuello y por último su cabeza. Sentía como perdía movilidad y las enredaderas que se iban formando alrededor de su cráneo lo estaban exprimiendo como a un limón.

Zack se acerca lentamente al inmovilizado Titán. Sus ojos grises se posan sobre el único ojo visible de Astreo.

El joven apoya su mano sobre la empuñadura de su espada y sin perder de vista el quisquilloso Titán, desenfunda su espada. Astreo puede ver como aquella filoso arma, infectada con Kénato, es apoyada sobre su pecho e inmediatamente las enredaderas que cubrían su coraza se abren en un círculo. 

Con su mano izquierda, Zack toca la coraza plateada de Astreo y la congela. Estaba debilitando al mental haciéndolo como de cristal, ni bien algo lo atravesara se haría añicos y su piel quedaría expuesta. 

THE OLYMPIANS El Cetro de Cronos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora