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Evimeria. Zona Norte (salida)

-Baja la puta ventanilla...-susurró la morena.

-Habla bien Jane...-murmuró el chico,quien obedecía y bajaba la ventanilla de la chica.El humo del coche desapareció,y con ello,Lydia respiró con tranquilidad y con otra mueca.

-¿Estas bien?...-le susurre a mi amiga.Ella me miró y con una sonrisa,asintió.El pelirrojo también clavó su mirada en mi.Con vergüenza, la desvié suavemente a él.

-¿Que?...-murmuró.

-No...yo...nada...-susurré totalmente avergonzado. Él se quedó varios segundos mirándome para después desviar la mirada por la ventanilla. El coche no era lo más espacioso del mundo.Atras estábamos Andrea y Lydia a un lado,y yo en medio,atrapado entre las finas y rosadas piernas de Lydia y el descaro y los vaqueros rotos de Andrea.En uno de sus bolsillos asomaba aquel arma que un día nos protegió de personas que,hasta el día de hoy,desconozco.

-¿Cuánto queda?¿Tan lejos está?...-dijo Andrea algo molesto.

-Un poco.No está aquí al lado,y este coche no es un Ferrari. -murmuró Keith,mirando al chico desde el espejo que colgaba sutilmente del techo.Aquel coche era mejor de lo que mi cabeza había proyectado.Obviamente no era el mejor de todo el continente,pero desde luego mejor de lo que yo había imaginado.Era de un tono blanco sucio.Sucio literal,y roto,roto literal.La pintura comenzaba a pelarse,dejando al aire un tono metálico muy sucio,oxidado.

-¿Alguna vez habéis estado en la zona noreste?-dije mirando a Keith,bueno,más bien a lo poco que veía en el retrovisor que colgaba del techo.

-Creo que no.Solo creo.La zona norte de Evimeria parece que no tiene límite y no sabes hasta donde puede llegar.Por eso que tardemos tanto en encontrar la zona noreste.-asentí ante su explicación.Solto un suave suspiro,y tras ello,le dio una calada al cigarro.

-¿Solo un cigarro,nada más?-espetó de golpe el pelinaranja.

-Si,¿acaso debería tener algo más?...-musitó Keith.

-¿Has probado...otras cosas?

-Andrea...-soltó una suave risa,mirándole de nuevo.-Por desgracia fumo.¿Tu que crees?-el pelinaranja desvió su mirada por la ventanilla de nuevo.A la lejanía,dejaba de divisarse carretera y encontrábamos un horizonte más poblado y construido:la zona noreste.-Ahí es...-murmuró el moreno.

Llegar a las habitaciones donde residiriamos fue simple.Elegir cual es de quien no.

-Yo iré con Jane a la habitación más pequeña.Ben,tu irás con Andrea y Lydia.-mis mejillas se tiñeron de un tono fuerte.No,no podía dejarlo así.El pelinaranja no me miraba con respeto desde hacía días,y eso se volvía una incomodidad notable.

-¿Con el enano?Ni hablar.-dijo el pelinaranja.

-A la nuestra no vas a venir,niño pijo...-susurro la de pelo negro y corto,mirando al chico algo desganado.El pelinaranja apretó sus dientes con una mueca desagradable.

-Bien,dormiré solo.Pagaré mi habitación.-dijo dirigiéndose a las escaleras que llevaban al mostrador.Una vez bajó, yo miré a Lydia,quien me miraba con pena al parecer.

-Esta todo bien Lydia.No...pasa nada.-dije con una suave sonrisa en los labios.Mis dedos se apretaban en la palma de mis manos,haciendo así que mis uñas se clavasen en dicho lugar.
Keith suspiró y me miró.

-Deberías ir a tu habitación. Andrea es muy cabezón y...no entrará en razón.Se le pasara.-dijo de forma positiva,dedicándome una de sus cálidas sonrisas.Senti frío en mis dedos,e instantáneamente saqué mi mano,sacudiendola asustado.Una vez más,mi defecto se hizo presente.-También...aprenderás a controlar eso.Tranquilo,encontraremos respuestas.-Obedecí,asentí y me dirigí a mi habitación con Lydia detrás.Cerré la puerta y me senté en el borde de la cama.

-¿Te has hecho daño?...

-No,estoy bien tranquila.Es solo que me cuesta controlarlo.-Lydia hizo una mueca rara.Su ceño de frunció y miró al suelo.-¿Pasa...algo?...-despertó de aquel trance y me miró. Negó con una sonrisa aún con rastros dubitativos.

-No no,todo está bien.Solo...recordé algo...-aquello último pareció ser parte del aire,por que fue casi un susurro.Se sentó en su cama,mirando el suelo.

-Lydia...-llame su atención,y ella me miró. -¿No tienes miedo de nada?...

-Si pero...estar sola hace que no tenga tanto.Ademas,estamos todos juntos,no tenemos que tener miedo...-murmuró con una suave sonrisa.Yo copié aquella sonrisa y asentí.

-Si,creo que si.-mentí un tanto sobre aquello.Queria ver a mi madre y aquello me costaría,y yo mismo lo sabía.Nos habían tirado sin motivos de lo que era mi casa,mi hogar.Mi madre no sabía nada de mi,no acudía al colegio.¿Todo allí seguiría siendo normal mientras un niño dejaba de acudir a clase,mientras una madre no sabía nada de su hijo?No entendía absolutamente nada.Me acerque a aquellas cortinas que ocultaban una ventana.Al asomarme,vi como una larga carretera llevaba a lo que era la zona norte.A mi lado,la ventana de lo que yo quería pensar que era la habitación de Keith y Jane.Y a mi otro lado...un pelinaranja estaba asomado,mirando también aquel tramo que habíamos recorrido.Supe que quedarme mirándole no arreglaría nada,por lo que volví a meterme dentro de la habitación.Era tarde,y el frío de la noche avisaba de ello.Vi como Lydia ya estaba entre las sábanas,escondida y bien tapada.

-¡Las camas son geniales!¿no crees?-la sonrisa llena de una inocente felicidad me alivio un tanto.Asenti sonriendo.Aquella habitación era pequeña,tan solo tenia una simple cocina,un baño,un escritorio y las camas.De no ser porque el baño estaba en otro habitáculo,parecía todo ser una misma habitación.Con aquella simple sonrisa que me había pintado Lydia,me metí en la cama,y tras coger aire y calmar mis pensamientos,cerré mis ojos.

-Descansa,Lydia.

ευημερία - The Lost Kids // [ CANCELADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora