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Día de los Inocentes: HinaKoma

°Advertencias: Los personajes a continuación no están ambientados al mundo de Danganronpa.

Pd: Capítulo más largo.....hasta el ¿momento? Mhm, quién sabe  😉.

Pd2: Demasiadas emociones 😭.

Pd3: Muchas gracias por su apoyo!!!!

Pd4: 💖💖💖💖

¡Listo!

Víctima número veinticuatro.

Finalizado.

Ah, realmente, amo este día. Puedo divertirme como quiera, no importa si la broma es cruel o no, en este día no existen las reglas.

No sé, cómo hay personas a las cuales no les gusta el 28 de diciembre.

Limpio mis lágrimas por lo fuerte que he reído y trato de tranquilizarme, respiro con profundidad y abro mi cuarderno para poner un "check" en el nombre de la víctima, asimismo califico del 1 al 10 la reacción que tuvo. Comparo las puntuaciones de este con los demás y hago una mueca de disguto, al estar tres años en esta preparatoria los antiguos estudiantes ya esperan mi broma por este día, no es divertido sino tienen una cara de incertidumbre.

-Aún, sigues con eso -escucho que dice la voz de mi amigo, Soda.

-Este año ha estado feo -menciono leyendo los nombres.

-Hinata -me regaña-. Estamos por irnos, pronto seremos universitarios -ruedo los ojos con molestia-. Somos senpais, Hinata, no deberías estar burlarte de los kouhais -infla el pecho con superioridad-. Ellos tienen que vernos como....

-Lo sé, lo sé -cierra el cuaderno y me pongo de pie-. No hace falta que lo digas, además, no te preocupes -alza una ceja-. Al parecer, hay personas que les han dicho a los grados menores sobre mí y mi "obsesión" -hago comillas en la última palabra-. Hacía el día de los inocentes.

-Realmente, no entiendo, tu ob-afición.

Vuelvo a rodar los ojos y suelto un suspiro aburrido.

-Ni yo lo hago -confieso con un tono indiferente.

El timbre, indicando la tercera hora suena por todo el lugar.

-Anda, vamos -dice Soda haciendo una seña con su cabeza.

Durante las siguientes horas, me la paso mirando a través de la ventana con un semblante de aburrimiento, pensando a quién más puedo hacerle una broma; sin embargo, me doy cuenta que la mayoría de la preparatoria está anotada en mi cuaderno. Quizás, debería dejarlo hasta aquí, es decir, no importa si le hago a alguien más, no podrá darme lo que busco.

-Que aburrido -susurro apoyando mi barbilla en la palma de mi mano y desvío la mirada hacia la parte de la zona de los deportes.

Por lo menos, los grados menores están que la pasan bien.

De repente, mis ojos verdosos se posan en una esponjosa cabellera blanca y giro un poco más para verlo mejor.

Komaeda Nagito, un chico de piel pálida y ojos medios grises con verdes, es de primero y hemos intercambiado una que otras palabras, en realidad, solo han sido ocasiones en las cuales los profesores me mandaban por algo al otro salón, lo mismo con él y una vez, recuerdo, que me ayudó a encontrar un libro que estaba buscando en la biblioteca de la preparatoria. Por lo poco que he oído, es tímido, lo consideran como la rata de la biblioteca, tiene, creo, uno o dos amigos, es demasiado enfermizo, aquello lo sé por mi amiga, Mikan, ella es la ayudante de la enfermera; y siempre está con una amable sonrisa.