Little Space © [Yaoi]

Nadie dijo que sería fácil [HinaKoma/KamuKoma] Parte 1

Mira lo que hiciste, idiota.

¿Yo? ¡Fuiste tú quién empezó! ¡Es tu culpa!

Fuiste el último en tomar el control, por ende es tu culpa.

Frunzo el ceño, indignado, ante su gran lógica, comienzo a morder el labio inferior al observar las piezas esparcidas por el suelo y el pánico se apodera de mi ser al saber que seré hombre muerto para cuando Komaeda regrese.

Como sea. Hay que arreglar este desastre.

Imposible. El pegamento no hará que no se de cuenta.

Paso la mano derecha por encima de mi cabello, camino de un lado a otro y el sonido de las manecillas sonando no ayuda a que pueda calmarme.

¿Qué propones que hagamos?

Esperar nuestra muerte.

Pongo los ojos en blanco, hay veces en las que es un exagerado.

O podríamos usar la estrategia de la distracción.

Me detengo y decido escucharlo.

¿Cómo qué?

Sexo.

— ¡Izuru!

Reprocho en voz alta y jadeo sin poder creerlo. Niego varias veces con la cabeza, pienso en otra solución y vuelvo a observar el reloj.

¿Y si compramos otro igual? Tenemos tiempo antes de que llegue.

Imposible. No fue comprado sino hecho.

Bueno, lo hacemos; es decir, tenemos el talento, ¿verdad?

Cierto, pero creo que es mejor distraerlo con...

—No —interrumpo serio y suelto un suspiro—. No podemos pedirle sexo ni bien llega a casa.

Aburrido.

Vuelvo a poner los ojos en blanco, me pongo de rodillas para agarrar algunas piezas y hago memoria para recordar cómo era.

—Demonios. Voy a necesitar pintura.

También, el molde de un gato.

Asiento poniéndome de pie.

Camino hasta la puerta principal, agarro el abrigo junto con las llaves y cuando estoy por abrir la puerta, esta se abre.

— ¿Hinata-kun?

Dice confundido al verme.

—N-Nagito —de seguro estoy pálido— ¿Qué haces aquí?

Inclina la cabeza hacia un lado.

—Aquí vivo, ¿no? — Se acerca y retrocedo con miedo— ¿Hinata-kun?

—Quiero decir —estoy jodido— ¿Qué no ibas a llegar más tarde?

—Pues, sí —el gris está más confundido—. Pero, terminé antes las compras —alza las bolsas—. Y traje comida china —asiento desviando la mirada— ¿Vas a salir?