Capitulo 6

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-Psss... Cecilia.- oí una voz a lo lejos que me llamaba pero pase de ella tenia demasiado sueño como para siquiera abrir los ojos.- Cecilia despierta de una vez.- volví a escuchar la voz que cada vez se iba haciendo mas reconocible pero no del todo.
Escuche la puerta de mi cuarto cerrarse y pensé que habían desistido de despertarme.
Grave error.
A los pocos minutos escucho la puerta abrirse de nuevo y unos pasos que se acercan a mi, sin tener tiempo a reaccionar escucho un pitido en mi oído haciendo que caiga de la cama. Giro para ver quien es el responsable de haberme despertado y hay está Irene con una bocina que utilizamos para los partidos de fútbol.
-Son las once de la mañana es hora que te despiertes tenemos que arreglar un poco y después nos vamos a casa tenemos que hacer cosas.-dijo María saliendo del cuarto de baño.
-¿Qué haces en mi cuarto de baño?-me levante del suelo, ya me estaba empezando a doler el culo.
-Pues tenia que hacer mis necesidades y ahora rápido para abajo.-salio del cuarto sin decir ninguna otra palabra dejándonos a Irene y a mi sola.
-Hay veces que solo la quiero tirar por las escaleras de verdad.
-No eres la única. Cambiando de tema, has visto que Melania se ha soltado más ayer estuvo hablando con una par de chicos y apenas se sonrojo igual que cuando Harry le dijo unos piropos simplemente le dio una mirada coqueta y le respondía de la misma manera.- me le quede mirando un poco sorprendida.
La verdad que Melania es muy vergonzosa y no puede hablar con ningún chico sin sonrojase antes y mucho menos piropearlos de vuelta.
-Bueno ya le tocaba tiene que dejar de lado la vergüenza y ahora vamos para abajo que tengo mucha hambre.-en ese momento me di cuenta de que no habia rastros de Niall por ningún lado de mi habitación,bajamos y nos encontramos a todos en la mesa comiendo.
-Pero como es que no me habéis llamado antes por no haberme llamado necesitamos el sacrificio de una virgen osea todas menos Maria así que elegid quien va a ser sacrificada.-apunte a las chicas mientras me montaba en el sofá para parecer más alta.
-Ponte a comer de una vez y deja de hacer tonterías.-dijo Maria cogiéndome en volandas.
-No, no puedes obligarme soy divergente y no puedo ser controlada wuajajajaj.- empecé a reír como psicópata, todos me estaban viendo con cara rara menos las chicas claro esta ellas están acostumbradas a mis locuras.
-Lo que yo os dije hay que llevarla a un  psicólogo.-Melania se acerco a Maria para poder ayudarla y que yo no me cayera.
-Si me hubierais dejado dormir las horas que necesito esto no pasaría y vosotras lo sabéis.
-Cecilia quieres tortitas.- me dijo Niall ofreciéndome un plato lleno de ellas.- Las he hecho yo espero que te gusten.
Sin decir mas me baje de los brazos de mis amigas y me senté en mi sitio, cogí el plato entero y le eche nata y chocolate para después darle un gran bocado. Esto es la gloria.
-Mi madre, donde te has metido toda mi vida. ¡Cásate conmigo por favor te daré lo que quieras!
-Cuando tu quieras y no hace falta que me lo pidas por favor.- respondió Niall. Lo mire raro y después a las tortitas.
Ahh ya lo pillo.
-Lo siento no iba por ti, se lo decía a las tortitas.- él me miro para después ponerse a reír como loco.- Oye ¿estás bien?, ¡Dios mio, mi locura es contagiosa! Rápido llamad a un exorcista seguro que me han poseído y ahora quieren poseer a Niall.
Todos empezaron a unirseles a Niall en su risa.
Siempre me ha gustado hacer tonterías para que la gente se divierta y no piensen en cosas que no quieran pensar. 
Se puede decir que soy muy payasa y no me importa que se rían de mi mientras las otras personas sean felices no me importa.
-¿Qué hora es y de que día?-les pregunte a las chicas que ya habían dejado de reírse.
-Hoy es martes y te tienes que ir ya, te queda el tiempo gusto de ducharte e ir corriendo para la guardería.-Maria como siempre pendiente de todo.
-Mierda voy a llegar tarde.-me comí lo que quedaba en el plato como un rayo y en menos de cinco minutos ya estaba en la puerta de mi casa para salir hacia la guardería.
Para los que no os lo creáis, sí, trabajo en una guardería. La amiga de mi madre necesitaba a alguien que la ayudara y yo estaba  disponible, también contando con el hecho de que amo a los niños pequeños y hacer tonterías para que se rían.
Llegue justo a tiempo para la entrada de los niños.
Me puse una bata con dibujos que los niños decoraron para mi para no manchar mi ropa mientras juego con ellos. Espere en la entrada a que llegaran los niños con sus padres.
-Hola Sebastián ¿Cómo estas?- ese niño era un amor todos los dias me daba un dibujo hecho por el o una flor.
-Hola Seño, toma.- Sebastián me dio un dibujo de nosotros dos en una casa comiendo con mas niños por los alrededores.
-¡Que bonito! Cuando llegue a mi casa lo voy a poner en mi cuarto. Gracias pequeño.- Me agache para poder darle un beso en sus mejillas regordetas. Cuando me separe pude ver sus mejillas un poco rojas, lo que me hizo gracia y no pude evitar reírme.- Vamos a dentro anda.

La tarde se paso sin ningún accidente, a la hora de la salida espere en la puerta con los niños hasta que sus padres llegaran, pasaron diez minutos cuando casi todos los niños se habían ido. Estaba recargada en la puerta de la entrada cuando siento que alguien tira de la bata que llevaba puesta.
-Seño, este es mi tío.- Me dijo Sebastián señalando a una persona a su lado. Levante la mirada y no podía creer quien era.
-¿Javi?- Pregunte aún sin poder creerlo.- ¿Qué haces aquí?
-He venido a por mi sobrino.- Señalo al pequeño que nos estaba mirando a los dos.
-No sabia que tenias un sobrino.- Dije tontamente.
Claro que no sabia que tenia un sobrino hacia poco que lo había conocido y solo lo he visto dos veces.
-Yo tampoco sabía que trabajabas en una guardería.
-Bueno pues ahora lo sabes.- mire a sus ojos celestes, eran los ojos mas bonitos que había visto, a excepción de los de Niall claro.
-Bueno y tu ya sabes que tengo un sobrino, y ahora nos tenemos que ir que como no llegue a casa de mi hermana a tiempo me mata. Adiós Cecilia.-se alejo de mi después de decir esas palabras.
Me quede mirando su espalda, era ancha y se le notaban los músculos, al igual que se podían ver los músculos de su pecho y brazos en esa camiseta blanca ajustada.

Después de recoger lo que quedaba volví a mi casa casi corriendo para poder contárselo a mis amigas, pero al entrar en mi casa estaba todo oscuro y no se escuchaba absolutamente nada.
-Hola.- Grite por si alguien estaba en la planta de arriba, subí a mi cuarto y deje el bolso para después bajar otra vez pero esta vez fui a la cocina. Encima de la mesa había una notita  que decía:

                     “Vamos al parque y luego a cenar a algún sitio, llámanos”
Me encanta los buenas que son mis amigas conmigo, mientras yo estoy trabajando ellas se van por ahí con los chicos. La verdad es que no tenia muchas ganas de salir a cenar, simplemente me quedaría en casa y me haría una hamburguesa.

Subí a mi cuarto luego se haberme comido la hamburguesa, al entrar vi la guitarra que tenia sobre un mueble, hacía mas de un año que no tocaba la guitarra y la verdad es que lo necesitaba.
Cogí la guitarra y la saque de la funda, la afine y me puse a tocar algunas canciones que sabia acompañándola con mi voz. Siempre me ha gustado la música desde pequeña y aunque nunca me he interesado por aprender ningún instrumento cuando tenia unos doce o trece años empecé a interesarme por la guitarra y les di la tabarra a mis padres hasta que me la compraron.
Deje la guitarra en su sitio después de un par de horas tocando, para después tirarme en mi cama para pensar en el futuro, y es así como esa noche pude conciliar el sueño.
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Hola a tod@s, se que este capítulo no tiene ninguna acción.
Estoy preparando para los próximos capítulos que sí que tendrán más drama.
Espero que esperéis con ansia mis actualizaciones.
Nos leemos el próximo martes.
Se despide C

Mi SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora