« III »

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— Te lo juro, era hermosa —dijo por milésima vez a su amigo Michael.

— Calum, te escuche a la primera, no tienes que decirlo cada cinco minutos —se quejó su amigo.

— Lo sé, lo siento, sólo que no la volveré a ver y no lo sé, es hermosa —suspiró y su amigo blanqueo sus ojos, Calum lo notó y hablo—, yo aguantaba las tantas veces que me hablaste de Emily.

— Con Emily era distinto, al menos yo si la conocía.

— La acosabas, Michael, ni siquiera la conocías bien.

— Pero ahora es mi novia, al menos yo tengo una —el rubio le dedico una sonrisa burlona y el moreno lo fulminó con la mirada.

— Oye —se quejó el moreno mientras le daba un golpe en el hombro— tenía novia y lo sabes.

— Calum, eso fue hace tres años, admítelo, no la has superado.

— Claro que lo he hecho —se defendió—, ¿acaso me hubiera fijado en esa chica si aún siguiera pensando en Riley.

— Y dime, ¿cómo era esta chica?

— Sé lo que estás pensando —dijo mirándolo y dio una carcajada amarga—, ni siquiera es pelirroja, ni sus ojos son de color claro, no es alta y estoy seguro que no tiene atributos como los tenía Riley —se llevó sus manos hacia su pecho e hizo una seña de uno senos a lo que Michael empezó a reir.

— Vale, ya entendí, no es como Riley, pero la conociste en un autobús, ¿crees que la volverás a ver?

— No estoy muy seguro de ello, pero algo me dice que sí. 

The Perfect Casuality -cth-Where stories live. Discover now