The Perfect Casuality -cth-

« II »

Calum se aseguraba de llevar todo, las quejas que su papá se la pasaba gritando desde la sala de estar las pasaba por alto y cuando salió de su casa, camino incluso más lento que de costumbre.

Y aun así llegó mucho más temprano que el autobús, pero al menos llevaba consigo sus audífonos sino sería otro viaje perdido.

Cuando el bus llegó, no estaba tan lleno como lo esperaba, le pagó al conductor y se sentó en un asiento vacío del lado de la ventana y recargo la guitarra a su lado.

Su camino fue tranquilo hasta que unas chicas se subieron a él, una pelirroja y una rubia, que no paraban de reír, por suerte, la parada de Calum se acercaba y no tendría que escucharlas parlotear, porque aun trayendo los audífonos, sus risas podrían escucharse como un susurro.

Calum se paró de su asiento algo molesto, camino por el pasillo y por accidente golpeo a una de ellas con su guitarra, pero él ni siquiera se inmutó de ello, ella se quejó y trato de llamar su atención, pero el volumen de la música había sido subido antes del que el chico se levantara.

El moreno bajo del autobús pero por alguna extraña razón sintió la necesidad de voltear y ahí fue cuando la vio, ella tenía el mismo gesto que él puso cuando aquellas chicas subieron, las miraba con asco y horror, todo al mismo tiempo, pero cuando sintió la mirada de Calum, volteo a verlo y su rostro fue de sorpresa, el quiso sonreír pero no pudo, ella quitó la mirada casi inmediato y ahí fue cuando el autobús siguió su curso.