Ese día, una tormenta mayor que todo este pueblo, que todos nosotros, se desató. Una grieta había aparecido entre la fina linea que separaba mundos que aún no entiendo. Los monstruos habían empezado a escapar. Y una de sus únicas vías de escape de u...
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CAPÍTULO 7: ESPURIO
Camino por la marea de adolescentes que se aglomeran en los pasillos del instituto. Pronto estarán vacíos de nuevo, esperando al día siguiente. Un cuerpo que se vacía de vida cada noche y se llena cada mañana. Con la luz viene el caos, los adolescentes y las clases. Con la noche, el silencio de unos pasillos llenos de historias y recuerdos. No todos son buenos, ni tampoco todos malos, pero si únicos.
La frase de la sombra se repite en mi cabeza, como una lenta melodía que está grabada en mis actos y en mi cerebro.
«Encuentra al chico azul»
Comparado con el armajedon que se supone que tengo que impedir, el primer recado parece sencillo, pero tras medio año sin señales de vida, es como pedirle que encuentre a un fantasma azul.
El día se ha pasado rápido, teniendo en cuenta que en lo único que he podido pensar a sido en el pacto con la sombra. No me arrepiento, por supuesto que no. No soy ninguna cobarde, o eso quiero pensar. Es cierto que cuando se presenta la oportunidad que estaba esperando me acabo echando atrás. Imagino que hubiera pasado si. Si hubiera sido valiente. Si hubiera continuado. Y esta vez no va a ser así.
Este es el primer paso hacia el mundo real, del cual me he aislado poco a poco, creando mi propia realidad de porcelana en mi imaginación. Y aunque estaba bien encerrada en mi mundo, quizá sea hora de que convierta mi realidad en algo que valga la pena vivir, y no imaginar en la oscuridad de la noche y los sueños. Siento que esta vez puedo ser la heroina que ansío ser, como en las historias que escribo o los libros que leo cada noche. Una historia real que plasmar entre las páginas de mi cuaderno. Mi historia.
Aunque también puede ser el primer paso para un camino que desemboque en un agujero en el que caiga, para quizás, hundirme en mi misma. De nuevo. Pero tengo la esperanza de que sea diferente esta vez.
Quizá ella sí que sea yo, porque ha sabido qué punto tocar para hacerme reaccionar. Como si yo fuese un piano roto el cual ella conociera como hacer sonar.
Paso entre las olas de personas, cada cual luce un color distinto, parece un océano de colores y diversidad lleno de hormonas. Todos son distintos unos de otros, todos tienen una vida y una historia detrás. Me gustaría conocerlas todas, comprender a las personas y a sus actos. Los libros son lo más parecido a leer mentes que poseemos...por ahora.
Una de las ventajas de ser bajita es que, esquivar a los edificios a los que llamó compañeros, me resulta más fácil. Me deslizo entre ellos como una brisa morena. Algunas veces me siento como un cuervo volando con mariposas, no encajo.
Por fin alcanzó a Eleine. Su cabello miel lacio, hoy está recogido en una larga coleta perfecta, sin ningún travieso pelo fuera. En cuanto llegó a su lado, sus grandes ojos marrones parecen salirse de las órbitas.
