CAPITULO 7:
REALMis ojos le recorren el rostro, una y otra vez, intentando llenar de detalles la imagen mental que tenia del misterioso chico. En el rostro pálido y suave que recordaba está decorado con pecas fugaces, como enmarcando la obra de arte que son sus ojos. Sus profundos y tormentosos ojos azules que me perseguían hasta en sueños. Parece que pueda ver su alma si me concentro en ellos. Un alma llena de misterios y vida.
Sus pestañas negras aletean cuando parpadea incrédulo ante mí, dibujando en su rostro una ligera curvatura de sorpresa con sus finos labios rosados. Su desordenado pelo negro le cae en mechones por el rostro, haciéndole parecer más real de lo que jamás fue para mi. Ya no pienso que es mi imaginación, no después de que la extraña sombra sea real. Aunque ese atisbo de duda, ese miedo a que la realidad y la ficción se mezclen en mis ojos, sigue presente en mi cuerpo y en mis acciones.
Pero mi mirada acaba centrándose en su mechón electrizante, el único atisbo de color en su cabello azabache. Parecería un cuadro en blanco y negro, una imagen antigua de un atractivo antepasado si no fuera por su peculiar mechón lapislázuli y sus ojos azulados.
Cuando lo vi por primera vez, no pensé que fuera tan guapo.
Espero a que el hable, diga la primera palabra que derive en una conversación con respuestas que ambos necesitamos. Pero su cara de incredulidad me hace pensar que esta tan sorprendido y confundido como lo estoy yo en este instante.
Tanto tiempo esperando a encontrarle que las palabras que antes invadían mi cabeza, no quieren salir de ella. Mi curiosidad es la que empieza a mover los engranajes de mi boca para articular una frase coherente.
—Así que tú eres el misterioso chico. —Suena más como un comentario para mí misma que como el inicio de una conversación un tanto peculiar.
Estamos sentados uno en frente del otro, pero mis palabras parecen despertarle.
Estira su mano con cuidado, como si yo estuviese echa de porcelana y, con solo soplar, me disipara en el aire. Pasa su mano por mi antebrazo, por las pecas que lo decoran. La suavidad con la que sus dedos me tocan me hace estremecer y sentir una extraña calidez ahí donde ha rozado mi piel. Llega hasta mi huesuda muñeca y le da la vuelta a mi mano, dejando ver mi blanca palma manchada de tinta.
Veo como sigue las líneas de mi piel, como un mapa que le conduzca hasta la verdad. Quiere comprobar que soy real, que de verdad todo lo que cuenta la sombra es real. Veo como sus hombros se relajan ligeramente.
Por fin, deja de mirar la palma de mi mano y me mira a los ojos.
—Entonces... es real. Pensaba que se me estaba hiendo la cabeza. —dice, mirándome directamente a los ojos y revolviéndose más aún su oscuro pelo. —Perdona, debes de pensar que estoy loco.
Le sonrío y niego con la cabeza.
—Ya somos dos locos entonces. —Siento alivio. No estoy sola. Pero entonces recuerdo que él es mi primera misión. Y temo que la que venga después, no sea tan fácil. Me obligo a incorporarme. — Soy Cassie Astori. Supongo que tú eres el portador del otro portal.
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Monstruos de Tinta
FantasíaEse día, una tormenta mayor que todo este pueblo, que todos nosotros, se desató. Una grieta había aparecido entre la fina linea que separaba mundos que aún no entiendo. Los monstruos habían empezado a escapar. Y una de sus únicas vías de escape de u...