Capítulo 4

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Capítulo 4

Entretenimiento

— ¿Me están jugando una jodida broma? Una sola noche que estoy aquí y la policía costera decide allanar este maldito lugar, les dije claramente que se trabajaría con el segundo túnel, los cargamentos se quedarían cerca de la principal torre de Gael a bajo los recibiría Nicodemo pero no, no fue así, el camión llego una hora tarde a lo previsto. Porque decidieron dejar a cargo a un bastardo que se sentía con el derecho de mandar en donde no pertenece —toma un profundo respiro antes de continuar—. Quiero aquí y ahora a Daniel, vivo, más le vale encontrarlo, si el diablo se entera que no siguieron mis putas ordenes los matará a todos, porque son reemplazables, es en serio, no estoy aquí para niñerías y juegos de narcos de telenovela barata.

Asier termina de hablar, todos comienzan a movilizarse de manera rápida, yo les miro con los brazos cruzados mientras permanezco recargado en punto donde no me ven, cuando está solo suspira riendo.

—Últimamente este mes hemos tenido muchas fallas ¿crees que sea porque te he permitido a ti dirigir? —comento acercándome hacia donde está.

—No seas un cabrón de mierda, sabes que estamos poniendo a prueba para ver quién tiene el valor suficiente para los verdaderos trabajos. —despeina su cabello antes de colocarse un gorro de lana.

—No me interesa si están a prueba o no, los resultados no me gustan, los números no han subido este mes y he tenido que matar más a mi supuesta gente que a mis enemigos. —Asier alza una ceja en mi dirección—No estoy creando un jodido campamento de cómo ser serio en las vueltas, o trabajan bien o no trabajan, no he permitido antes la fachada de mantener sus sucios traseros mientras deciden si jugar o no a los gamberros de barrio.

Me mira por un momento serio para luego soltar sonoras carcajadas.

—Sé que tú siempre cargas argumentos amargados junto a ese rostro fruncido a tal punto de estar agrio por haberse agarrado todo una caja de limones, pero hoy lo sobrepasas ¿qué coño te sucede? Ese humor no es porque tu gente sea mediocre.

Frunzo el ceño.

—No me sucede nada.

—Claro, y Balthasar no se está ahogado en una zona de depresión al ser botado e ignorado por una mujer durante sabrá Dios cuantos años.

—La hija de Fontaine se acercó, y por culpa suya tuve que repetir un cuadro.

— ¿Y todo tu agrio odio dirigido hacia nosotros es porque repetiste un cuadro? —pregunta con sorna

—No Asier, mi molestia está en que no pude llevar a primera estancia lo planeado anteriormente, no sé qué lleva Balthasar en su cabeza, pero no tolero esto, si el hombre quiere vengarse nosotros tenemos que movernos por puro placer a concretar lo que su magullado —ruedo los ojos— y viejo corazón no soporta.

—Por primera vez no velas por lo que te interesa a ti, eso te está matando, realmente no tienes sentimientos ¿no es así? Se supone que somos custodia de LeBlanc, él nos encontró, nos salvó de esta enfermedad.

—Fuimos su mayor jodido experimento Asier, después de qué jugó a los ratoncillos de indias con nosotros resulto tener amor de padre. No estamos aquí porque decidió que fuéramos sus hijos, estamos aquí para y por los planes suyos.

—Si no te permites tener siquiera empatía por él permítetela sentirla al menos por mí, solo a ti tiene como su mano derecha, solo a ti dejo desarrollar totalmente su síndrome, mi corazón puede estallar en cualquier momento si sobrepaso mi nivel.

>>Yo estoy enfermo mientras que tú siempre serás el favorito que puede soportar todo, y aun así tengo que trabajar igual que tú, no eres el único encadenado con un lazo de cadenas aquí, tal vez fuimos sus ratones de experimento por un tiempo que pareció ilimitado, pero fuimos los únicos con la capacidad suficiente como para hacer un cambio con esa mutación que corre por nuestras células, lo menos que se merece ese viejo es una mano ayuda al sufrir por sus sentimientos.

—No puedo sentir lastima.

—Sé que ya no tienes casi humanidad en ti pero por favor, te aprecio como un hermano y a él como un padre, sólo te estoy pidiendo un favor. Tómalo como un encargo que luego me cobraras, ayudemos, luego de eso si quieres cortar todo aquello que tanto te pesa, hazlo.

Nos quedamos callados por lo que parecen largos minutos.

—De acuerdo, me debes una grande.

—De ser así, entonces, te deberé toda mi vida.

º'º

El auto aparca justo enfrente de la mansión Fontaine, somos escoltados todo el tiempo por siete tipos con el propósito de intimidarnos pero Asier siendo Asier solo suelta comentarios sobre cómo la casa por dentro parece de decorada por una autentica Barbie, dice tantas ocurrencias que uno de los tipos termina cediendo con risas las cuales calla en el momento que llegamos al living de la mansión donde nos esperan Vladimir Fontaine, sentado en un inmenso mueble tomando de un vaso con lo que al parecer es Whiskey, tiene a sus costados dos grandes gorilas, tienes otros dos más cerca de un ventanal que está justo centrado en la izquierda qué supongo lleva a la piscina, de pie en las escaleras van dos hombres armados, al igual que deben de estar los demás, nos ve con suficiencia mientras alza su barbilla, y lo único que puede pensar es en cómo puedo tomar en serio a un bastardo que posee su casa con decoración repleta de esculturas estrambóticas, cuadros de retratos animalistas, paredes rosa, alfombra blanca afelpada y un sillón rojo con forma de labios en una de las esquinas.

Asier toma su pose, su gesto como desafiante por lo que sin dejarse intimidar comienza a hablar.

—Espero que comencemos sin rodeos, francos para ser justos. Pienso que recibimos su mensaje con una caracterizada urgencia pero parece dudar de nuestra capacidad, no somos tontos, y viendo lo exagerada que es la situación con la mayoría de sus trabajadores aquí imagino que desea una demostración en vivo.

— ¿Y qué piensa su compañero? Parece estar de todo menos emocionado —cuestiona rascando su barbilla de manera distraída.

—Claramente fuimos entrenados para otra cosa. Si bien duda del nivel con el que trabaja la agencia bien puede conseguir a otros, no vinimos a ser su entretenimiento.

Ríe divertido pero asiente en lo que a mi parecer es una señal, rápidamente estamos rodeados sigo sin quitar mi semblante aburrido. Asier continua mirando a Fontaine con desafío —viendo que los gorilas no se han apartado de este—, está tan seguro de sus vasallos lo que causa una sonrisa lobuna en él. Quiere provocar a Asier pero lastimosamente para él nada le es un desafío.

Con movimientos agiles derriba a tres de ellos, se mueve con facilidad atestando no más de tres golpes en seco en punto claves, me cruzo de brazos esperando que termine su fanfarroneo, acaba con todos excepto con los dos gorilas, los centrales en los ventanales y los dos que están a pie de las escaleras.

Fontaine no dice nada pero claramente su actitud arrogante ha disminuido, les hace señas a los que están de pie en las escaleras, pero es una distracción en cuanto los centrales en el ventanal corren hacia mí, no he de moverme mucho y dado a que tiene en su poder armas uso eso como ventaja, los dos gorilas sin esperar indicaciones se mueven directo hacia mí en cuanto notan que sus colegas caen al piso dando alaridos de dolor, Asier sonríe sabiendo que seré de todo menos suave, quizá no los mate pero si descargo un poco la frustración por tener que hacer lo que demás quieren.

Acabo con una de sus armas apuntando en la frente de uno de ellos, el cual me da una mirada asustado, sonrió, saco las balas del arma, me acerco a Fontaine dejando las balas en su mano.

—Aquí su entretenimiento.

Lazos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora