Capítulo 6

9 1 0
                                    





Capítulo 6

Baile de mascaras

º'º

Arremango las mangas hasta mi codo, veo que puedo escoger mientras preparan a Daniel, Nicodemo lo sostiene doblando su cuello hacia un lado, golpea detrás de sus rodillas, este cae, atan sus manos y pies en la rueda que llamamos el tomo de los cuchillos, que se encuentra justo donde estamos ahora, en la tercera torre de Gael en la zona más profunda, en un pequeño almacén muy escondido, oculto tras una pared realmente gruesa tras un cuadro que tiene por nombre Sortilegio.

— ¿Qué vas hacerme? —Tenía los ojos muy abiertos

—Jugaremos un poco Daniel, es simple —le hago una seña a Nicodemo y este enciende la pantalla—, por cada exclamación que den al ver el cuadro tres cuchillos serán lanzados hacia ti, te daremos cinco o seis minutos, lo suficiente como para sobrevivir a los cuchillos o morir.

El respiraba lento, me miraba con miedo.

—Eres un monstruo.

Rio sarcástico.

—Solo soy tu propio reflejo, lo que soy yo ahora serias tú en unos meses, lástima que tu dedos picaron por llevarte la mercancía, rata.

Cuando paso cerca de él este se remueve intentando agarrarme pero solo toca mi hombro.

—Podemos cambiar eso, escucha, el diablo no se enterara, él no ha dado la cara ¿sabes? Yo no volveré a poner un pie aquí, hago de muerto, y ustedes pueden decir que me mataron. No tienes que hacerlo —Sus ojos mostraban esperanza.

—No seas ingenuo. —Quito su manos de mi hombro—Deja de montarte ilusiones en ese cerebro que sirvió en su momento para traicionar al jefe, no podemos cambiar lo que ya es—Di tres palmadas en su mejilla. La pantalla anuncia una exclamación, el pasillo destinado a la pintura comienza a llenarse —. Tú traición tiene que ser pagada, intentabas robar y casi pudimos ser descubiertos.

Nicodemo pone en el reloj cinco minutos.

Agarro los cuchillos mientras trueno mi cuello, hacen girar la rueda me concentro lanzando el primer cuchillo, y tras este viene el segundo. Ya ha sonado más de cuatro exclamaciones de aceptación hacia la pintura.

Es una lástima para él que doy en los lugares precisos.

º'º

Se desplazaba en un vaivén socarrón con una mirada cargada de frivolidad e inquietante amargura que te producía curiosidad, el director de la orquesta hace la señal y la música comienza anunciado su llegada conmigo detrás. Ella claramente no disfrutaba de toda esta maldita fachada montada por su padre, un baile de beneficencia claramente para los bolsillos del bastardo de Fontaine, esto le daba una buena imagen lo que causaba estragos de resentimiento en Balthasar, él era invitado por ser un reconocido científico, el problema se presentaba en cuanto soportaría ver a su amada bien amaestrada al brazo de su rival. Se sentó en los últimos asientos pegados a los ventanales del gran salón. Cuando paso por su lado el ignora cualquier contacto conmigo, Agnés se toma un momento y lo saluda, afirmando ser una gran fan de sus trabajos, le da reconocimiento que lo deja por un notable momento sorprendido, ella hace una mueca ante la mención de Fontaine y yo finjo estar más emocionado por las personas alrededor que por la conversación ahora amena que hay entre ellos.

¿Qué clase de juego previo barato es este?

Ella sonríe sincera cuando Balthasar le da un cumplido que se me antoja falso, Agnés nos presenta anteponiéndome como su igual antes que un trabajador, dándole al aludido una sonrisa cargada de satisfacción claramente por mi papel alcanzado en el plan, estrecho su mano sin emoción alguna y Agnés comienza hablarme del gran científico con orgullo por su trabajo, haciendo notar su admiración aún más.

Lazos RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora