Toda mi vida creyendo que la vida tras un armario seria más bonita, que al igual que en la película yo llegaría ser reina de mi propio mundo fantástico, con brujas malas y de hielo, y elfos y faunos buenos.
A ese mundo llevarte yo, y sentir que estamos solas las dos, recorrer los campos cogidas de la mano, o delante de la chimenea, las dos bajo una manta y yo recostada en tu pecho escuchar tus latidos.
Ver la lluvia a través del cristal de la ventana, mientras siento como tus brazos me abrazan, no movernos, estar simplemente allí, en alma, mente y cuerpo, calentándonos junto al fuego.
Hablarte al oido, aun sin haber nadie más que nosotras, como si nuestro amor fuese un secreto. Comerte la cara a besos, devorarte con la mirada y abrazarte hasta sentir que nuestros cuerpos solo forman uno.
Salir fuera, los días en los que haga sol en nuestro mundo tras el armario, para coger bayas, pasear por los caminos de nuestro bosque encantado llena de criaturas fantásticas, e irnos a la playa, para hablar con sirenas.
Pasear por el bosque, perseguir hadas y crear nuestras propia fantasía idealizada, hacer como Peter Pan, tener un refugio en un árbol, tener como amiga un hada, luchar contra piratas, y cuidar a los niños perdidos que hasta nuestro lugar alcanzan.
Ser reinas, vivir en un palacio, tener a nuestro propio Aslan, quedarnos en la casa de nuestro amigo el fauno... y un sinfín de etcéteras... que podremos cumplir en nuestro propio mundo mágico, nuestro propio Nunca Jamás, nuestra propia Narnia a la que sólo las dos podremos llegar.
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Reflexiones de una mente inquieta
DiversosNo busco simpatizar con nada ni nadie, tan solo ofrecer un punto de vista aunque a veces pesimista, siempre propio. No es una historia completa sino una recopilación de varias situaciones descritas de forma que evoquen algún sentimiento. ACTUALIZACI...