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Amanda despertó con un gemido de dolor mientras yo me hacía un café. Me miraba con sus penetrantes ojos negros, asustada.

- Hola.- sonreí.- ¿Te apetece un café?

Ella asintió enérgicamente con la cabeza mientras observaba como lo preparaba desde el sofá. Cuando lo dejé en la mesa volví a la cocina a sacarla un par de bollos para comer, que devoró con rapidez.

- Hacía semanas que no tomaba nada caliente.- susurró aún adormecida.- Gracias por acogerme esta noche, pero tengo que trabajar y...

- No.- la retuve cuando se levanto del sofa cama, sentandola de nuevo.- No hace falta que vuelvas a trabajar alli.

- Pero necesito dinero para comer y...

- Te vas a quedar conmigo.- completé.- Puedo ver si mi jefe tiene un puesto para ti de camarera y...

- ¿Por qué harías eso por mi?- me preguntó con un hilo de voz.

Iba a contestarle cuando el timbre de la puerta me interrumpió. Abrí la puerta y ahí estaba Jack, tan sonriente como siempre.

- Hola Amanda.- dijo él sonriendole tras cerrar la puerta.- ¿Estás bien?

Ella asintió con una sonrisa y ambos cruzaron una larga e intensa mirada. Wow, ¿que estaba pasando aquí?

- Le estaba contando que podríamos convencer al jefe para que la dejase entrar y...

- Vengo de allí.- dijo sin dejar de mirarla.

- ¿Y...?- le dije instando a que acabase de terminar la frase.

Pero ahí estaban ellos dos, mirándose el uno al otro embobados, ajenos a lo demás. Le di un codazo a mi hermano que provocó que me mirase con el ceño fruncido.

- ¿Vas a terminar la frase?- pregunté.

- Ah...- noté como se sonrojaba.- Que no necesita otra camarera, pero que puede encargarse de la limpieza.- giró la cabeza hacia ella.- ¿Te parece bien?

- Oh dios...- se tapo la boca y sollozo.- Seria...

No pudo terminar la frase porque se echó a llorar. Jack corrió en su auxilio y yo entendí claramente las intenciones de mi hermano.

- ¿Por qué me ayudáis?- preguntó temblorosa.

- Por que mi hermano pasó por lo mismo que tú.- respondió Jack sonriendole.

Comprendí que había malpensado las intenciones de mi hermano al ver como brillaban sus ojos y como sus mejillas tomaban color cuando ella le devolvía la sonrisa. Una punzada de dolor me recorrió entera al recordar a Otabek mirándome de la misma manera y jadee.

Mi hermano giró la cabeza de inmediato con el ceño fruncido.- ¿Estás bien?

Yo asenti y su mirada se relajó, para volver a centrarse en Amanda que aún temblaba. Sonreí al ver aquella tierna postal y sin hacer ruido tomé mi chaqueta, una bufanda y salí a la calle.

Busqué un cigarro en mis bolsillos y lo encendí con ansias. Caminé calle abajo con el propósito de calmarme, pero el humo me recordaba a él. A quién quería engañar, todo me recordaba a él. Estaba sumido en mis pensamientos cuando me choqué con un chico, cayendo al suelo.

- ¿Estás bien?- me preguntó con media sonrisa, obviamente divertido de la situación, mientras tendía su mano para ayudarme a levantarme.

- Sí.- respondí tomando su ayuda y levantándome del suelo.

Cuando eleve la vista y consegui enfocar su rostro di un respingo. Maldita sea, era guapo. Pero ¿en qué estaba pensando? Suspiré bajando la vista.

- ¿Qué pasa, te ha comido la lengua el gato?- sonrió haciendome que me derritiese.- Soy Derek.- tendió su mano hacia mi y la estreché de nuevo.

- Yo soy Yuri.- dije tímido.

- ¿De Yuratchka?

Sacudí la cabeza.- De Casiopea.- sentí como mis pulmones ardian con cada bocanada al recordar a Otabek diciendo aquel nombre y volví a sacudir la cabeza. Tenia que dejarlo atrás.- Pero prefiero que me llames Yuri.

- De acuerdo, Yuri.- contestó riendo.- ¿Oye te apetece que vayamos a tomar un café?

Negué con una sonrisa.- Tengo cosas que hacer.- vi como hacía un mohín y no pude evitar reírme.- Pero puedo darte mi número para tomarlo otro día.

Tras apuntarle mi número y despedirme brevemente, caminé de nuevo a casa, decidido, mientras la lluvia comenzaba a caer, avecinandose una tormenta. Jack me había dejado una nota diciendo que iba a llevar a Amanda a comprar ropa y sacudi la cabeza. Acaricié a mi gata en el sofá, mucho más seguro de mi mismo.

- Tengo que seguir mi vida.- la dije mientras me maullaba.- ¿No te parece?

Mi móvil vibró junto a mi, y la pantalla se iluminó mostrando un nuevo mensaje.

No te olvides del café:) Mañana en el café de la calle donde nos chocamos!




Take me home. [Otayuri]Where stories live. Discover now