Capitulo 8

4.5K 93 1
                                    

  No puede ser... Maldita sea. Me levante de golpe, eso no podía continuar, todo el calor y la excitación que tenia desaparecieron de inmediato, fue como si un balde de agua fría me hubiera caído de repente. Estaba a punto de cogerme a mi sobrina la cual es virgen, ¡¡¡VIRGEN!!!
Yo jamas he estado con una virgen, y no pienso cambiarlo, eso es como una regla para mi y no la voy a romper. Carajo, que hubiera pasado si no me lo dice, no quiero ni imaginarme de verdad.
Mi mente esta trabajando a mil, me siento confundido muy confundido. Necesito aire, necesito pensar, un espacio para mí, me siento abrumado.
—¿Qué pasa James?
—¿Es enserio tu pregunta?
—Pues si... ¿Qué te pasa?
—_____, eres virgen.
—¿Y? Pensé que ya lo sabias, o que al menos lo suponías.
—¿Suponerlo? Con todo lo que haces, lo que hemos hecho... No lo parece.
—Eh visto películas porno y he leído libros... las novelas eróticas son mis favoritas—. Madre mía, pero que demonios. Justo ahora siento que la desconozco ¿Donde esta mi princesa?
—Sabes... Esto tiene que acabar ya—. Solté de golpe el aire que sin darme cuenta estaba reteniendo—. No se en que maldito momento, empezó todo esto, esta mal... Tú me envuelves, me manipulas...
—¿Qué yo te manipulo?—. Me pregunto incrédula. Se levanto y puso sus manos en sus caderas.
—Si... Tú me manipulas. Siempre termino haciendo lo que tu quieres... ¿Pero sabes que? No más.
—Claro que fácil es echarme la culpa de todo ¿No? Que yo sepa nunca te puse una pistola en la cien para obligarte a hacer lo que hemos hecho.
—No claro que no, no hace falta, eres tan manipuladora que una pistola no serviría de nada.
—Eres un maldito cobarde... No te atreves a aceptar que te gusto, que te encanta que te toque, que te bese y ¿Sabes que? Ya me aburriste—. Dijo molesta y se metió a su baño cerrando de golpe la puerta.
—Yo también ya estoy aburrido de ti, eres una inmadura—. Le grite y me salí de su habitación molesto.
Baje a la sala y me serví un trago, quiero ahogar todos los sentimientos que tengo atravesados en el pecho. Todo esto es una locura, yo y mi sobrina ¿Pero en que puto lió me metí? Soy un cabrón infeliz, yo la vi nacer, la cuide por muchos años, siempre me contaba sus problemas y yo a ella los míos, la pasábamos tan bien, solo eramos dos grandes amigos y ahora todo se complico. "Eres un maldito cobarde" Es verdad soy un cobarde, porque no fui capaz de ponerle un alto, no tuve el valor de frenar todo esto desde un principio. "No te atreves a aceptar que te gusto, que te encanta que te toque, que te bese" No ella no puede gustarme ¿O si? ¿De verdad me gusta mi sobrina? Mierda si, ya, lo admito, me gusta es mas me encanta, es hermosa y tendría que estar ciego para no notarlo, lo que me enferma es que justo lo note después de la noche de su fiesta y ahora me doy cuenta de que ese primer beso fue lo que me hizo verla como la mujer que ahora es. ¿Dónde quedo mi niñita? No lo se, pero ahora tengo que pensar en algo, tengo que mantenerme alejado de ella. Esta atracción que siento por ella esta mal y si no quiero terminar cometiendo una estupidez aun mas grande que las que ya cometí, debo estar lejos, sin duda el viaje a Hawai me va a ayudar y mucho. Lo que me confunde es que desde el sábado por la noche, no dejo de pensar en ella incluso de soñarla, recuerdo sus besos, el sabor de sus labios, su aroma tan peculiar, y sinceramente los pocos momentos íntimos que hemos tenidos han sido... increíbles, jamas nadie me había echo sentir de esa manera, ni siquiera Halston que es con la chica con la que mas he durado y con la que mas experiencia sexual he tenido, todo esto me tiene abrumado de verdad, y de ahora en adelante tengo que tener mucha fuerza de voluntad para tenerla alejada lo mas posible de mi, aunque eso signifique que nuestra amistad quede en el olvido.
Escuche unos zapatos de tacón bajar las escaleras, mire mi reloj y ya eran las 7 de la noche, fui hasta el recibidor y la vi al pie de la escalera, tan hermosa como siempre, llevaba un vestido rosa y su cabello en una trenza de lado.
—Ok, ahora salgo—. Dijo y note que hablaba por teléfono.
—¿A dónde vas?—. Giro y me vio en el umbral de la entrada de la sala.
—Creí que ya te habías ido.
—Eso no responde mi pregunta.
—Voy a un bar, los chicos de mi clase organizaron algo para festejar que terminaron los exámenes.
—¿En lunes?
—Si, en lunes. Me voy ya Kendall me esta esperando—. Puta madre me olvide de ese cabrón.
—No, tú no vas a ningún lado y menos con ese idiota—. Le dije firme y me acerque a ella, no pienso dejar de que se valla con el.
—Ya te dije que tú no eres nadie para decirme lo que tengo o no que hacer.
—Bueno, solucionemos esto—. Saque mi teléfono—. Llamemos a tus padres haber si te dan permiso.
—Dudo que te contesten, no se si lo sabes pero en el avión te exigen apagar el teléfono—. Carajo, eso es verdad ¿Qué hago?—. Ahora si me disculpas, se me hace tarde.
—Yo estoy a cargo de ti... Esta noche.
—Eso no es verdad... Déjame en paz—. Quiso abrir la puerta pero la tome del brazo y la jale hacia a mi.
—Ese idiota te hizo sufrir, mierda, ¿Qué ya lo olvidaste?
—¡Suéltame!—. Se quejo y se zafo de mi agarre—. Y si ya lo olvide, él me quiere y me pidió una oportunidad. No veo el problema en eso.
—No puedo creer que seas tan tonta—. Volví a tomarla con fuerza del brazo.
—Ese es mi problema no el tuyo.
—Sabes que... Tienes razón ese no es mi problema. Anda vete con ese pendejo, pero el día que te vuelva a romper el corazón no cuentes conmigo—. La solté de golpe y di media vuelta y regrese a la sala. Segundos después escuche la puerta, se fue, se fue con ese cabrón.
Llegue a casa de Halston, la necesito, estoy furioso. dos horas después de que esa ingrata se fuera con el tipo que la lastimo, salí de ahí, estaba dispuesto a esperar a que llegara pero no, así que salí, pues no pensaba seguir ahí como idiota esperando a que llegara. Ella así lo decidió, perfecto, pero como le dije el día que la vuelva a lastimar que ni se atreva a venir a chillarme o mejor aun, que si lo haga para yo tener la satisfacción de decirle te lo dije, te lo mereces, agh, ya quiero que sea mañana, ya quiero largarme a la playa y olvidarme de todo esto, pero por ahora necesito de mi novia para distraerme, y yo se como lo vamos a hacer.
—Bebe... Que linda sorpresa—. Dijo feliz al abrirme la puerta.
—Ya te extrañaba.
—¿De verdad?—. Su sonrisa se pronuncio más y sin decir nada mas la bese apasionadamente, hundí mi lengua hasta el fondo de su boca, ella me correspondió de inmediato aunque note su sorpresa, yo nunca había actuado de esa forma con ella. Sin dejar de besarla entre y cerré la puerta con el pie y así fuimos tropezando por instantes hasta el sillón de la sala. Por una extraña razón esa niña seguía en mis pensamientos, me di cuenta que los besos de Halston no son nada comparados con los de ella, no saben a los de ella, mierda Maslow, deja de pensar en tu sobrina, la cual no se que mierda este haciendo ahora mismo... "Y no te importa" me regañe a mi mismo.
Entre besos y caricias nos deshicimos de nuestras ropas, sin pensarlo entre en ella y comencé a moverme rápidamente, acariciaba sus pechos y besaba su cuello y lo mordí.
—¡Ah!—. La escuche ¿gemir? No se fue algo extraño, aumente el ritmo, entraba y salia de ella mas y mas rápido todavía. Eran tan fuertes mis embistes que el sillón comenzaba a moverse de su sitio, apreté su trasero y le di una nalgada mientras con la otra mano acariciaba y pellizcaba su pezón.
—Ah... James... Para—. Me dijo con la respiración agitada. ¿Qué pare? A que se refiere, no lo se pero aun no me siento liberado, necesito sacar todo lo que tengo aquí adentro así que decidí ignorarla, seguro solo esta gimiendo de placer, como siempre lo hace. Continué moviéndome dentro y fuera, dentro y fuera. "Eres un maldito cobarde... No te atreves a aceptar que te gusto, que te encanta que te toque, que te bese..." Maldita sea, deja de pensar en ella Maslow, no es un buen momento, estas haciendo el amor con tu novia, aunque, si no me hubiera dicho que es virgen tal vez ahora estuviera cogiéndola a ella, si sus besos me enloquecen, sus caricias no quiero ni imaginarme lo delicioso y placentero que debe ser estar dentro de ella.
"¿Cuál fue tu parte favorita?... el final, y, ¿la tuya?... Todo después de la pelea callejera". Por su puesto que esa también fue mi parte favorita, el solo recordar como la hice sentir y su sabor, dios mio, su sabor es el mas delicioso en la vida, su aroma y luego con esos tacones rojos. Gruñí desde el fondo de mi pecho más que excitado. "Si ya lo olvide, el me quiere y me pidió una oportunidad. No veo el problema en eso... Ese es mi problema no el tuyo", recordé el principal problema, eso que me dejo tan puramente enojado y furioso, maldita sea, tonta, eso es lo que es una tonta, mierda. Volví a gruñir pero esta vez de puro coraje, apreté los ojos y mis besos se volvieron más salvajes y más violentos, mordía su cuello hasta sus pechos y mordí su pezón.
—Ay... James... Te dije que basta... Me lastimas—. Me empujo con más fuerza.
Abrí los ojos de golpe y mi mirada se cruzo con la de ella. Su mirada era de miedo y confusión incluso sorpresa.
—¿Qué pasa?
—¿Qué diablos te pasa a ti? Te he pedido mil veces que pares, me estas lastimando—. Baje mi mirada y vi las marcas en su cuello y sus pechos, carajo, no me di cuenta.  

Enamorado de mi sobrina (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora