Capítulo 31

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Mis puños se cerraron y ejercían más y más fuerza conforme me iba a acercando. Mis ojos solo lo miraban a el, estaba de lo mas tranquilo mientras decía no se que cosas a sus amigos y la chica que iba con el, todos rieron. Parece que es de los que les gusta hacerse el gracioso frente a todos, pues ahora que lo tenga de frente quiero que haga lo mismo el cabrón.
Mientras mas cerca estaba mas me hervía la sangre. “¿De verdad creías que lo nuestro iba en serio? Te hiciste la difícil conmigo y después de un largo mes me diste lo que quería, y la verdad es que no estuvo tan bien como yo esperaba. Y también me dijo que lo hubiese logrado desde antes sino fuera por el metiche de mi tío.” Cada palabra la tenia más que presente en ese momento, y junto con ellas el rostro triste de _____ y las lagrimas que derramaba por el, va a pagarlo y muy caro.
—James espera—. Escuche que me llamaba pero no le hice caso y continué mi camino, ahora nada ni nadie me va a impedir que enfrente a este idiota. Estaba a unos 5 metros de ellos cuando el me vio, puso los ojos en blanco y me sonrió cínicamente.
—¿Tu que?—. Grito con fastidio y en ese momento sentí sus pequeñas manos en mis brazos.
—Tío, por favor vámonos de aquí—. Me dijo con voz agitada. Kendall al verla sonrió cínico, sus tres amigos y la chica solo miraban confundidos.
— Así que ya le fuiste a chillar a tu tío—. Dijo en forma de burla, algo dijo en voz baja y sus amigos rieron. Maldito. Segundos después por fin llegue hasta a el y lo primero que hice fue tomarlo del cuello de su camisa y lo acerque con fuerza a mi. Clave mi mirada en la de el como si fueran dos dagas que estaban dispuestas a matarlo en ese momento. Su risa estúpida se borro en un segundo y se puso pálido. Su rostro estaba a centímetros del mío y juro que olía el miedo en el.
—¿Por qué no me cuentas el chiste a mi también?, digo para reírme con ustedes—. Le dije entre dientes y mi voz estaba envuelta de una enorme furia. El idiota pestañeo varias veces, parecía que no podía creer lo que le dije. Sus amigos solo veían la escena sorprendidos.
—Tío por favor, déjalo, estamos fuera de la escuela, no hagas esto más grande—. Me suplico _____, sentí sus pequeñas manos acariciar mi espalda lentamente, tratando de calmarme.
—¿_____ qué pasa?—. Escuche la voz de Jess. Y como un milagro la razón pudo más con mi coraje. Hay mucha gente alrededor que solo esta viendo que sucede y todos serian testigos de que fui yo quien inicio todo esto y no pretendo darle el gusto a este idiota de hacer algo en mi contra.
—Tío, por favor déjalo no vale la pena, te lo suplico—. Volvió a pedírmelo y ante sus palabras y su voz asustada no pude, solo me importa ella, ya le partiré la cara a este idiota sin nadie alrededor, solos el y yo.
—Escúchame bien hijo de perra. No te quiero cerca de _____, si me entero que le tocaste aunque sea un solo cabello te juro que no respondo. Pero que quede claro que la forma en que la humillaste te la voy a hacer pagar—. Note como tenso su mandíbula y lo solté dándole un fuerte empujón todo sin dejar de mirarlo. Se que esta leyendo mi pensamiento, se que sabe que lo dije muy enserio, y sabe perfecto que en algún momento le voy a hacer pagar todo lo que le ha hecho.
Mire a _____ que estaba a un lado de mí, la tome de la mano dispuesto a volver al auto y alejarnos de ahí antes de que cambie de opinión y decida si partirle la cara a ese cabrón. Dimos unos cuantos pasos y de pronto en una décima de segundo paso todo, sentí una mano tomarme del brazo con fuerza y girarme. Recibí un fuerte puñetazo en la mandíbula, un sabor salado y amargo invadió mi boca, era sangre.
—¡No!—. Grito _____, de inmediato la empuje sin mucha fuerza para evitar que callera, solo quería mantenerla alejada de lo que estaba por suceder. Escupí un poco de sangre y rápidamente le devolví el golpe a James justo en la nariz, la furia que sentía era aun más grande de la que nunca antes había sentido. En tan solo un segundo recordé cada unas de las razones por las cuales quería estampar mi puño en su jodida cara. La vez que la dejo por otra, la vez que le agarro el trasero, su actitud en casa de _____, la humillación que le hizo pasar, el solo haberla utilizado y finalmente y la que mas me enferma y me lastima, el haber puesto sus asquerosas manos sobre ella, el saber que estuvo entre sus brazos me enferma, me desquicia.
Callo de espalda sobre el pavimento y un fuerte grito de dolor se escucho desde el fondo de su garganta, la sangre le empezó a salir como una cascada de su nariz. Toda la razón y la cordura que tenia se esfumaron ahora todo era coraje y odio. Me acerque a el me coloque a horcajadas sobre el y le di otro fuerte golpe, en el descargue por fin toda mi furia que tenia hacia el. Era el golpe más fuerte que yo había dado. Una imagen de el con _____ me torturaban mas, ese momento todo a mi alrededor desapareció, le di otro golpe más, quería sacar todo lo que llevo aquí guardado, lo necesito, lo deseo y quiero que todo el dolor que _____ llegó a sentir por su culpa lo sienta el pero triplicado.
—¡Basta! ¡Por favor Tío ya! ¡Basta!—. La escuche, su voz me decía que estaba llorando y eso fue suficiente para que detuviera y evitara que en verdad le diera una brutal golpiza. Me levante y lo mire aun con desprecio, estaba dolorido y lleno de sangre y pude notar en su mirada la incredulidad, el estaba seguro que yo jamas reaccionaria como lo hice, tal vez el esperaba que en verdad lo medio matara. Gire y vi a _____ abrazada de Jess que también estaba asustada, me acerque a ella y la abrace con fuerza, estaba temblando.
—Tranquila, ya paso—. Gire mi cabeza y vi que sus amigos ayudaban a Kendall a levantarse, nuestras miradas se cruzaron y se que el no se va a quedar con los brazos cruzados pero que haga lo que se de le da gana—. Vamonos.
La tome de la mano y comenzamos el camino al auto, todos nos miraban, se que di un espectáculo pero se lo tenia bien merecido y al fin todos fueron testigos que el fue quien dio el primer golpe, así que por ese lado estoy tranquilo.
Jess venia detrás de nosotros. Les pedí a las dos subieran al auto y en cuanto lo prendí salimos de ahí. Las lleve a tomar un helado para que se calmaran un poco, y ahí mismo me dieron un poco de hielo para mis nudillos que comenzaron a dolerme después de un rato. Hablamos un poco de lo sucedido, por supuesto las dos me regañaron por haber caído en la provocación de Kendall, pero tampoco iba a dejar que me golpeara ¿o si? Además solo le di tres golpes. Pero que buenos golpes.
En fin, después de los sermones de _____ y de Jess lleve a esta a su casa y después pretendía hacer lo mismo con _____ pero antes de desviarme hacia aya, me dijo…
—No quiero ir a mi casa… Quiero estar contigo el resto de la tarde.
—¿Enserio?
—Si, claro si tu no puedes o algo yo…
—No. Me encantaría estar contigo el resto de la tarde—. Le dije con una enorme sonrisa y ella me la respondió de la misma forma. Se acerco a mí y puso su cabeza sobre mi hombro, yo de inmediato no dude en abrazarla por los hombros con mi brazo, bese su cabeza con ternura y continué conduciendo hasta mi casa, no aguanto mas las ganas de estar con ella, besarla y acariciar todo su cuerpo, ahora solo quiero hacerle el amor toda la tarde.
Salí de darme un baño y ella estaba al pie de la cama acomodando mi ropa. Camine lentamente hacia ella y la abrace por la cintura, sentí como se estremecía y yo sentí exactamente lo mismo, solo ella me pone la piel de gallina, solo ella me hace sentir estas mariposas en el estomago, solo ella, solo ella y nadie mas.
Comencé a besar su cuello, acariciaba su brazo y una de mis manos bajaba a su entrepierna por debajo de sus jeans, llegue a mi destino y note que estaba mojada, la acaricie con la palma de mi mano, estimulándola y preparándola para mí. Le di un leve azotito que la hizo gemir y arquearse. Mordí su hombro por encima de su blusa y lentamente giro para quedar frente a mí. Acaricio mi pecho desnudo lentamente sin dejar de mirarme a los ojos. Estaba lista así que sin dudarlo, metí mi dedo indice y mi dedo medio dentro de ella, salia y entraba haciendo pequeños círculos dentro de ella, con mi pulgar jugaba con su clítoris y le di un leve pellizco. Abrió la boca y gimió comenzó a besar mi pecho, y mis hombros, con ellos enjuagaba las gotas que caían de mi cabello mojado. Termine de jugar con Pucca y le quite la blusa y sin dudarlo le quite el brasier. Ella tiro de la toalla que rodeaba mis caderas y callo al piso dejándome totalmente desnudo antes ella. Me tomo del rostro y nuestros labios chocaron comenzando un ardiente beso, donde nuestras lenguas bailaban y peleaban por saquear la boca del otro, nuestros labios entrelazados y nuestros dientes mordiendo y tirando de ellos. Yo acariciaba uno de sus senos con delicadeza, bajo mi palma sentía como su pezón endurecía, lo tome entre mis dedos y tiraba de el una y otra vez, lo abandone y fui al otro para repetir la operación. Mi otra mano estaba en su nuca, la apretaba mas a mi, no quería que por ningún motivo se alejara y nuestras bocas perdieran contacto, besarla se a convertido en una obsesión para mí, sus labios son mi droga, mi dosis de heroína, una droga que no quiero dejar jamas no importa si ello me lleve hasta el mismísimo infierno.
Desabroche su pantalón, lo baje junto con sus bragas y cayeron hasta el piso. Saco sus pies de ellos y acaricie su trasero, su curva se amoldaba perfecto entre mis manos, le di un apretón y con eso la acerque a mi haciendo que sintiera mi erección en su vientre. Jadeantes dimos por terminado nuestro beso que ya nos había dejado sin aire. Poso un suave beso en mi barbilla y bajo por mi cuello, mi pecho, bajaba por mi abdomen hasta mi ombligo, se hinco frente a mi y con sus labios jalo suavemente de mi vello púbico haciéndome estremecer, un fuerte gemido se escapo de mi boca. El leve dolor que sentí por el jalón de vello se convirtió en un delicioso escozor que viajaba hasta la punta de mi pene, sentí en el un beso seguido de su lengua que lo lamió con una lentitud que me hacia sentir todo mas delicioso aun. Abrió la boca y metió toda mi erección en su boca, entraba y salia mientras dibujaba en el con su lengua. La tome de la nuca y hundí mis dedos en su cabello y hacia que continuara sus envistes dentro y fuera de su boca. Eche mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos disfrutando de ese momento al máximo. Mi mandíbula se tenso y el aire salia con fuerza de entre mis dientes. Sentí como con sus manos tocaba mis testículos y comenzaba a jugar con ellos, dejo mi pene y metió uno de ellos a su boca, chupándolo y succionandolo con fuerza. Lo hacia una y otra vez con cada uno hasta que volvió de nuevo a mi pene. Lo metió a su boca y cada que salia sus dientes lo rozaban y al final le dio un pequeño mordisco a la punta… Carajo, esto es increíble, delicioso. Mis rodillas temblaron y gruñí con fuerza desde el fondo de mi pecho, supo lo mucho que me encanto que me mordiera, así que no dudo en repetir y hacerme estremecer de nuevo, pero ya no mas…
—¡Para! No me quiero venir si no es dentro de ti—. La tome de los hombros y la levante, mi respiración agitada me impedía hablar, así que la bese para tratar de calmarme. Nuestro beso era pasión pura, era deseo y era salvaje. Lentamente la acosté en la cama y yo caí con suavidad sobre ella. Abrió sus piernas dándole paso a mi cuerpo, frote mi pene en su mojada vagina.
—James…
—No, ___, tío, soy tu tío.
—Tío… Te amo.
—Yo también te amo cariño—. Entre en ella de una fuerte envestida y un grito de placer se nos escapo a ambos. Comencé mi saqueo, dentro y fuera de ella una y otra vez. Apretó sus piernas alrededor de mí, sentía su tibia piel debajo de mi y sus gemidos que me estimulaban y me llevaba más y más cerca de mi glorioso clímax.
—Me encantas _____, me vuelves loco.
—Tío… Más, no pares.
—Tus deseos son órdenes para mí—. Acelere mi ritmo, bese sus labios con desesperación. ¿Acaso algún día tendré suficiente de ellos? No lo creo, si eso llegara a pasar seria solamente si yo dejara de sentir, simplemente si yo dejara de vivir.
Deje su boca y mordí su hombro, llegue a sus pechos y los chupe, los lamí, los mordí hasta que soltó un fuerte grito. Se arqueo y parecía convulsionar de placer. Con una enorme sonrisa continué penetrándola una y otra vez en busca de mi orgasmo. Si hay algo en esta vida que me hace feliz, es verla retorcerse debajo de mi, me encanta ser yo quien provoque esos gemidos y amo ser yo quien la lleve al orgasmo.
—¡_____!—. Grite su nombre al mismo tiempo que me liberaba, caí sobre ella y de inmediato me acuno, me abrazo con ternura mientras acariciaba mi cabello y mi espalda, llenándome de besos, llenándome de cariño. Y ahora con seguridad puedo decir que soy un esclavo de su amor.
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Enamorado de mi sobrina (James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora