He creado un monstruo. Bueno, como el mes pasado no subí nada, voy a subir lo que serían los dos capítulos en uno. Es largo y aburrido, sorry ;;;
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Unos meses atrás Dazai, sí Dazai, habría salido a la calle y sin miedo gritaría "¡Amo mi vida, el hombre al que amo se resiste, pero me ama, vamos a tener un bebe juntos y nunca, en toda mi vida había sido tan feliz!" —irónicamente eso no borraba su obsesión por el suicidio—, aunque ese feliz pensamiento fue aplastado y destruido sin ningún tipo de compasión. Él nunca había sido un buen hombre, había asesinado a tanta gente que era difícil de contar, había estafado y extorsionado a más personas de las que era capaz de recordar. Ahora, el karma le estaba devolviendo todo el daño que hizo en forma de Chuya Nakahara y el maldito dedo con el que estaba picando su mejilla a las malditas cuatro de la madrugada.
—Daaaazai.
Dazai siguió haciéndose el dormido, tratando de ignorarlo mientras Chuya presionaba aún más el dedo en su mejilla.
—¡Daazai! —Insistió un poco más molesto que antes.
Abrió los ojos sin ganas, su cuerpo quería seguir descansando y sus ojos querían volver a cerrarse para no abrirse nunca más.
—Dazai.
El más alto se levantó sobre sus codos y abrió la boca bostezando alto y fuerte con la única intención de contagiar su sueño a Chuya y poder seguir durmiendo, pudo comprobar que su táctica no había sido efectiva y que Chuya tenía los ojos más abiertos que nunca.
—¿Qué pasa, amor? —El apodo cariñoso, otra táctica para que Chuya se apiadase de su alma.
—Tengo hambre, quiero pollo frito.
—¿Qué? Chuya, son las cuatro de la madrugada no tienes hambre.
El más bajo frunció el ceño.
—¡Quiero pollo frito!
Dazai suspiró con cansancio, estaba a punto de levantarse de la cama cuando una nueva idea rondó por su mente.
—Espera, ¿No estarás intentando sacarme de casa para poder comerte el jabón de las manos? —Sus ojos acusatorios hicieron al más bajo gruñir de impaciencia, solo porque Dazai lo había pillado oliendo el jabón y casi llevándoselo a la boca cuando se lavaba las manos por las mañanas, no significaba que se lo fuese a comer—. Voy a esconder el jabón.
—¡NO QUIERO JABÓN, QUIERO QUE ME COMPRES MI PUTO POLLO!
Una hora más tarde Dazai seguía caminado entre las frías calles, mientras buscaba un restaurante abierto veinticuatro horas para comprar un plato de pollo frito solo porque al enano regordete se le había antojado.
Él quería, deseaba, que eso fuese lo peor que podría pasarle, no obstante, el universo estaba en su contra y, por la mañana, se encontró el espacio de la cama ocupado por su ahora redondo pelirrojo completamente vacío.
Salió de la cama sin ganas, buscando al dormilón —por lo general Chuya dormía mucho más ahora y siempre era el último en despertar de los dos. Caminó por el salón hasta que escuchó venir de la cocina lo que el creyó que eran sollozos, extrañado por eso abrió la puerta de la cocina y encontró en su interior al redondo Chuya sentado en el suelo incapaz de controlar sus sollozos mientras con sus puños limpiaba sus lágrimas.
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Nueve Meses (Soukoku) [M-preg]
FanfictionCuando Chuya le dio la inesperada noticia solo lo hizo con animo de informarlo ¡No para que el bastardo vendado se colase de nuevo sin permiso en su vida!