Aunque no me recuerdes.

SIETE

 Me dejó sola, William se fue y me dejó sola.

Esperaba otra reacción, a decir verdad, esperaba que se enfureciera y que me dijiera las cosas en la cara. Aún no se que buscaba con eso.

Nada bueno, seguro.

Lo que paso fue que se quedo callado, para luego salir antes de tirar un jarrón al suelo, junto con una maldición.

Seguía en su departamento pero tuve que irme, ahora mismo estoy camino a mi cabaña.

Es increíble la magnitud de sentimientos que en tan poco tiempo me han abrumado, me han llenado e inundado.

Sería mentir si digo que no siento nada por William sería mentir si digo que va mucho más allá. No creo que el amor sea una respuesta coherente a lo que siento. Tal vez, solo es el hecho de que conocí a alguien que no debería haber olvidado.

Pero ustedes son libres de tener diversidad de opiniones.

Cuando doy un paso adelante de la cabaña observó que no hay nadie, suspiro cansada y me tumbo boca abajo en la cama. Escucho mi móvil sonar con Ho Hey de The Lumineers.

Contesto la llamada.

—¿Como estas, cariño? Te extraño mucho.—de fondo se escucha música movida y risas abundantes.

—Yo también, pero no te preocupes la estoy pasando muy bien con papá—miento.

—Me alegra oírlo ¿A que no sabes con quien me encontré en la disco?—su voz de pronto se escucha entusiasta.

—¿A quien?

—¡John! Me invitó una copa, y luego pase la mejor noche de mi vida, el es tan bueno tan...

—¡Mamá! ¡No quiero saber que haces con el!

—Así decía yo, y mírame. Me despido, cuídate Aly, esperó no tener inconvenientes contigo eh—.ya la imaginó entrecerrando sus ojos y mirándome con actitud desaprobatoria.

—Adiós.

No me malinterpreten mamá es muy chevere pero también es una gran persona que te puede hacer sentir mal en un segundo, lo que no le gusta te lo dice y es eso.

Pero, luego de que perdió un brazo se esforzó tanto por lucir guapa y joven, lo logro.

Ya saben porque la dejó papá.

También por que ella lo engaño, para su edad es muy risueña y juvenil.

¡Utiliza mi ropa! 

Sin más que hacer caigo dormida en un plácido y reconfortante sueño.

Me levantó por el estruendoso sonido de la puerta, veo por la ventana que ya es de noche y las K aún no llegan, voy hacia la puerta y la abro, no totalmente, claro.

Encuentro a Kate agitada pasando de largo por la puerta.

—Ponte el abrigo, y ven conmigo creo que eres la única que puedes detener esto—.Al ver que no me muevo, grita—¡Vamos!

Salimos del lugar rápidamente tirando con cuidado alguno la puerta, alcanzó a ver a varias personas acumuladas en un círculo gritando y cuchicheando.

Me abro paso entre las personas para encontrar a James y William dándose golpes como salvajes.

No se como intervenir.

El corazón comienza a latirme desenfrenadamente, buscó ayuda entre la multitud pero nadie parece dispuesto a ayudarme, todos exclaman pelea e insultos, las apuestas vuelan.