Término la operación "remediar daño".
Me rindo.
Lo intente pero es IMPOSIBLE, William no para de ignorarme, le escribo, lo llamó y siempre obtengo la misma respuesta: No tengo nada que decirte, Sydney.
Estoy ocupado, Sydney. Cuelga.
Ahora no puedo, Sydney. Cuelga
No tengo tiempo, Sydney. Cuelga
Hablamos luego, Sydney. Cuelga
Luego ¿cuando? Lo veo y sólo pasa de largo, ya no se que hacer.
Y siempre Sydney.
Este va ser el vencido y si no me rindo de verdad.
Esta vez si me rindo de verdad.
Me levantó de mi cómodo sofá y me dirijo a donde se encuentra William, cabe recalcar que desde que inicie mi operación han pasado casi un mes, es decir, ya estamos iniciando el otro.
Se encuentra tomando una bebida de la nevera cuando me ve y le indica a sus amigos que se retiren, toma dos coca-cola y me da una, niego con la cabeza, realiza el mismo movimiento dejando la otra coca-cola en su lugar.
Me gustan las colas pero especialmente con esta tengo un trauma, un día bebí tanta que pase con el estómago hinchado, llena de gases y fue la peor experiencia, no podía salir de mi casa porque era muy vergonzoso hablar y ¡PUM! un gas.
Me concentró en William que mantiene una extraña sonrisa en su rostro. Como gritandome "AQUÍ ESTAS".
Me aclaró la garganta y digo—Hey.
¿Hey? ¿En que estoy pensando?
Levanta las comisuras de sus labios en una gran sonrisa y levanta su cola en mi dirección para luego irse, pero vuelvo hablar.
—¿Podemos salir?—al ver que me mira confuso, aclaro—A comer, a conversar.
Es ahí cuando me doy cuenta de que he hablado demasiado alto, tanto que todas las personas del comedor me escucharon.
Y se ríen.
De mi.
Miro suplicante a William esperando que conteste, guarda silencio y cuando pienso que va a negarse asiente.—Te enviaré un mensaje.
Sonrio levemente, esto no esta saliendo tan bien, ni siquiera sonrió ni siquiera mostró alguna expresión de ALGO.
Me retiro de el comedor, los murmullos son muy perceptibles.
Entonces siento como alguien ubica sus brazos envolviéndome y grito del susto para después escuchar la risa de Kate y Keyla.
—¿Donde estabas? Te estábamos buscando, hoy hay fiesta.
Lo dicen junto a un grito de felicidad.
La verdad, es que hace mucho no había fiestas, y quiero divertirme porque prácticamente he pasado de mi cama al comedor, del comedor a mi cama.
Mi mami no me ha llamado desde la última vez.
Así que decido llamarla yo.
Esta timbrando.
Sigue timbrando.
Ya no, ahora me mando al buzón de voz.
Vuelvo a intentarlo.
Esta vez si contesta.
—¿Que pasa, cariño?
—Hola, ¿como estas?
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Aunque no me recuerdes.
Teen FictionCuando William y Sydney se vuelven a encontrar muchas cosas se salen de control. ¿Tres meses ayudaran a que Sydney recuerde a William? ¿William se rendirá? Sydney espera recuperar su memoria y William espera que ella lo recuerde.