La desvencijada puerta de la casa grande se abrió, como empujada por una ventisca y, ante ella, había una joven de larguísimos cabellos negros como el ónice y una aterradora mirada azul y amarilla, como los astros.
El anciano centauro dio un respingo, pues hacía mucho tiempo que no sentía el corazón latir de aquella manera. La chica se aproximó a él con paso decidido y, lo observó de una manera que era muy familiar para Folo:
- Siento irrumpir de esta manera- articuló, con la voz fría y cortante de alguien que se sabe superior en todos los aspectos-. Mi nombre es Hette y, soy la diosa de las estrellas.
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Cristal de Sangre. Saga de La Profecía. Vol IV.
FantasyA mi prima Raquel, una fan loca e incondicional. El mundo ya no es lo que era. Los dioses han desaparecido como en una nube de polvo. Nadie sabe dónde están ni porqué han abandonado la Tierra. El ser humano ha caído en desgracia tras mil años solos...