El Funeral

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"Alguien debería decirnos, justo en el inicio de nuestras vidas, que estamos muriendo. Entonces podríamos vivir la vida al límite, cada minuto, cada día"


Hacía unas horas que el Equipo de Asuma le informó a la Hokage sobre la misión y la muerte de Misato Senju. Aquello tomó por sorpresa a Lady Tsunade, que les pidió que se retiraran luego de recibir el informe. Ellos sabían que Misato era su preciada sobrina y principal discípula. Dicen que Tsunade lloró fuertemente por la muerte de Misato, ni siquiera Shizune pudo consolarla. Destruyó todo en su oficina y sin estar satisfecha, fue a un campo de entrenamiento donde destrozó completamente el lugar por toda la ira, dolor y odio que sentía. La Hokage terminó llorando desconsoladamente en el suelo embarrado por la lluvia, hasta que una Shizune muy triste, con los ojos rojos, la llevó a su casa para cuidarla.

Algunas horas después, Godaime Hokage mandó a llamar a Naruto. Estaba conteniendo su dolor ya que tenía un trabajo que hacer. Era la Hokage y no podía mostrarse débil. El ninja llegó rápidamente pues la gente de la aldea decía que había muerto una shinobi muy especial.

- Tsunade-obasan, ¿qué sucede, dattebayo? - preguntó Naruto

- Naruto... - la Hokage miró el suelo mientras Shizune lloraba en silencio a su lado

- Ya dime, abuela – dijo Naruto preocupado

- Misato ha muerto en acción – reveló Tsunade conteniendo sus lágrimas

Naruto se quedó inmóvil, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Aquellas lágrimas de profundo dolor comenzaron a caer por sus mejillas.

- ¡No! - gritó Naruto dolido – ¡¡No!! ¡¡Ella no puede estar muerta!! - gritó más fuerte perdiendo el control

El ninja recordó lo que sintió cuando la vio marcharse. Apretó los puños, debería haber ido con ella. Mientrás más pensaba sobre ella, sus ojos iban poniéndose rojos. El profundo dolor y odio que sentía hizo que el chakra del Kyubi comenzara a filtrarse por su cuerpo y de repente, reveló seis colas haciendo que las ventanas estallaran y toda la Torre Hokage temblara por el poder. Al ver esto, Jiraiya que estaba en la ventana afuera, entró y le colocó a duras penas un sello que disipó al instante el poderoso chakra y Naruto se desmayó. Lo recostaron en el sofá de la oficina. Fue tanto el poder que no pudo asistir al funeral de su mejor amiga.

El Sannin regresó a la aldea apenas supo de la tragedia, estaba muy triste y un profundo dolor acechaba su corazón. Misato era como una hija para él, la cuidó y entrenó durante su infancia. La hija de su alumno había muerto y no estuvo para protegerla. Era su gran remordimiento.

Varias horas después, el funeral se realizó en el cementerio por más que no estuviese su cuerpo. Allí estaban reunidos los shinobi que vieron su muerte, los ninjas de su generación y muchos aldeanos, y shinobi que apreciaban a Misato. Incluso estaba Hayate junto a su novia, Yugao. Ella lo había salvado una vez, estaba muy triste, su pérdida también le había afectado.

Por otro lado, estaban Zabuza y Haku, quienes estaban muy dolidos. Zabuza intentaba no demostrarlo pero unas lágrimas cayeron por sus mejillas mientras que Haku estaba desconsolado llorando. Era un shinobi y se supone que no debería mostrar sus sentimientos pero no le importaba. Le dolía profundamente su muerte, también estaba enojado consigo mismo por no haber estado allí junto a ella. La quería demasiado y su muerte era un suceso muy doloroso.

Kakashi no tenía palabras para lo sucedido, su alumna había muerto. Aquello le rompió el corazón, el dolor y tristeza que sentía se asemejaba al dolor que sintió cuando murió su padre. Kakashi quería a su alumna como una hija, estuvo a su lado como el líder del Equipo Siete y aprendió muchas cosas de ella.

Crónicas de una kunoichi: ShippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora