Crónicas de una kunoichi: Shippuden

Rescate al Kazekage Parte III

¡Hola a todos!

¡Disfruten!

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"No dejes que se muera el sol, sin que hayan muerto tus rencores"

El equipo Kakashi miró con preocupación a Naruto ya que se veía muy alterado. Los ninjas de Akatsuki estaban muy tranquilos observando a los shinobi de Konoha.

− ¡Bastardo! ¡¿Dónde rayos crees que estás sentado?! – gritó Naruto enojado

− Ahora no me queda ninguna duda, es el jinchuriki – resopló Deidara – "El primero que pierda el control, comience a gritar y quiera asesinarte" – relató – Itachi es bastante hábil para describir a las personas, ¿eh?

− ¡Gaara! – exclamó Naruto – ¡¿Qué haces ahí durmiendo tranquilamente en un lugar como éste?! ¡Levántate! – gritó con enojo – ¡Hey, Gaara! ¡¿Me escuchas?! ¡Por favor, levántate!

− ¡Ya fue suficiente, Naruto! – regañó Kakashi – Ya debes saberlo

− Sí, sí – asintió Deidara – lo sabes, ¿verdad? – lo miró – Sabes que está muerto – dijo tocando al cadáver en signo de burla

− ¡Trae a Gaara de vuelta, maldito! – gritó Naruto corriendo a atacarlo

− Tranquilizate, si actuamos sin pensar podríamos terminar muertos – lo detuvo Kakashi poniéndose delante de él y mirando a los enemigos

Mientras tanto el Equipo Gai comenzó a luchar arduamente contra una copia de ellos mismos. Una táctica inteligente para acabar con un equipo básico pero ellos no estaban dispuestos a rendirse, eran el Equipo Gai después de todo.

− ¿En qué tanto estás pensando, mi amigo? – preguntó Deidara

− Yo me encargaré de él, desde que llegó ese jinchuriki ha demostrado querer llevárselo – comentó Sasori observando a Naruto

− Sí, eso ha sido evidente – dijo Deidara mirando el cadáver – mm, tengo la certeza de que no te gustará lo que voy a decirte – habló nuevamente – pero creo que del jinchuriki me encargo yo

− El número es uno por cabeza, no te hagas el listo, Deidara – respondió Sasori

− Un artista debe buscar estímulos cada vez más grandes, de lo contrario perderé mi sensibilidad – sonrió – el rumor dice que el jinchuriki de nueve colas es realmente poderoso – miró a Naruto – un lienzo perfecto para plasmar mi arte

− ¿Esa pirotecnia barata llamas arte? – se burló Sasori – Arte es una obra hermosa, capturada para la posteridad – lo miró fijamente – Arte es belleza eterna

− ¿Belleza eterna? ¿Estás bromeando? – rodó los ojos Deidara – no me malinterpretes, respeto mucho tu punto de vista pero el verdadero arte es un momento fugaz de belleza que se desvanece en un segundo

− ¿Qué dijiste? – gruñó Sasori – Deidara, claramente uno de los dos no entiende el verdadero concepto de arte

− Pues ese eres tú

− Claro que no, la belleza eterna es lo que la construye como arte real – dijo Sasori

− No seas absurdo, el verdadero arte solo dura un instante – afirmó Deidara seriamente

− ¡Basta de tonterías! – gritó Naruto invocando una shuriken gigante y aventándola hacia Sasori que la detuvo fácilmente

− ¿Estás tratando de hacerme enojar? – preguntó Sasori