Crónicas de una kunoichi: Shippuden

Cuarta Guerra Mundial Shinobi Parte II

"No me rendiré porque este es mi camino ninja"

La Alianza Shinobi observaba atentamente cómo Misato Senju retenía la Bijudama con fines desconocidos por ellos. Gracias a las palabras de Naruto sobre el valor de los shinobi, los ninjas comenzaron a idear planes para ayudar a Misato. Shikamaru se comunicó con un ninja y juntos realizaron un plan.

Sin embargo, una presencia conocida hizo su aparición en el campo de batalla. Se trataba de Minato Namikaze, Yondaime Hokage. El kage envió a la Bijuudama al mar a una velocidad increíble. Allí la Bijuudama explotó sin ocasionar daños a nadie.

Los ninjas se asombraron aún más al ver a los anteriores Hokage. Hashirama Senju, Tobirama Senju e Hiruzen Sarutobi aparecieron al lado de Minato. El Nidaime Hokage felicitó a Yondaime por su gran velocidad.

Madara ardía de furia al ver cómo el poder del Juubi fue desviado al mar, Obito simplemente contempló el silencio furioso de su líder. Observó cómo los Hokage se preparaban para realizar una barrera secreta. Por lo tanto, Madara fijó su vista en la kunoichi pelirroja que montaba al dragón ébano.

El Uchiha hizo que el Juubi levantara todas sus extrañas manos y apuntara directamente a Misato Senju y a la Alianza Shinobi. Madara sabía que la kunoichi tenía dos opciones, protegerse a sí misma o a la Alianza.

Con una seña, el Juubi expulsó miles de lanzas hacia ambos lados. Misato ordenó a los dragones separarse, solo Hattori y ella enfrentarían las lanzas. Los dragones obedecieron alejándose, mientras que la kunoichi formaba un sello y hacía que un gran mural de madera se formara frente a la Alianza.

Los shinobi fueron protegidos del ataque pero Hattori y Misato recibieron las lanzas que, afortunadamente no les afectó. Hattori liberó un gran poder convirtiendo su cuerpo fuerte y poderoso como el hierro. Cuando las lanzas tocaron su piel, se doblaron y cayeron inertes.

Finalmente, los Hokages pudieron realizar la barrera a la perfección y Hashirama agregó su sellado sobre el Juubi para que no pudiera moverse. La barrera destilaba un gran poder.

Misato decidió ir junto a la Alianza acompañada de sus dragones. Todos ellos se posaron sobre el suelo gruñendo y esperando comandos.

– De ahora en adelante, protegerán a la Alianza Shinobi – habló Misato de pie frente a los dragones – sus vidas son más importantes que la mía – los dragones rugieron entendiendo mientras Hattori solo la miró fijamente

La kunoichi se dio media vuelta y observó al Juubi. De repente, sintió una presencia familiar. Sasuke apareció sorprendiendo a Naruto y los demás ninjas de su generación.

– Él está con nosotros – dijo Misato apoyando su mano sobre el hombro de Naruto

– Lo sé – respondió Naruto con una mirada sabia y aquello sorprendió a Misato

Finalmente, Naruto se puso de pie agradeciéndole a Sakura por sus cuidados médicos. Aunque la llegada de Sasuke causó gran escándalo, aceptaron su presencia con alivio. Naruto, Sasuke y Misato se posicionaron sobre una gran roca.

– ¡Bien! ¡El Equipo Siete renace aquí y ahora! – exclamó Naruto haciendo un puño al aire – ¡Vamos, Misato, Sasuke!

– ¡Sí!

– Hai – dijo Sasuke

– ¡Esperen un momento! – exclamó Hashirama con voz firme

Y allí, pudieron observar como el Juubi creaba otra gigantesca Bijuudama dentro de la barrera con el fin de destruirla. Los Hokage invocaron toda su energía allí en la barrera y el intento de destruirla falló. Luego, Hashirama creó varios clones de madera.