Capítulo 17: "Una inesperada verdad"

483 51 7
                                    

Un joven de cabello alborotado se encontraba sentado en el borde de su cama con la mirada perdida pensando en lo que su amiga pelinegra le había dicho minutos antes tras él haberle declarado su amor.

-.Recuerdo.-

Yo no soy para ti, solo le traeré desgracia a tú vida, por tú bien mantente alejado de mí y en cuanto termine este torneo, vete, vete muy lejos, muy lejos, dijo Milk con voz entrecortada al tiempo que lograba liberarse de su agarre para salir fuera de la habitación.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

¿Por qué dices que no eres para mí?, si yo siento que somos el uno para el otro, ¿por qué dices que le traerá desgracia a mi vida?, si nos amamos así no quieras reconocerlos tú me amas tanto como yo a ti lo sentí cunado correspondiste el beso que te di entonces no puedes traerme desgracia solo felicidad sin embargo tu voz se notaba triste y más cuando me dijiste que cuando termine el torneo me fuera muy lejos, no comprendo tu actitud, no tienes novio, siento que me amas, entonces porque insistes en alejarme de ti, tiene que haber una explicación y yo la voy a encontrar, yo la voy a encontrar mientras tanto no voy a alejarme de ti así me lo pidas te pediré que sigamos siendo amigos, te diré que no te hablare más de amor si es necesario hasta descubrir porque te estás comportando así mi muñequita bella, pensaba Gokú.

Mientras tanto:

Milk entraba a su habitación con la mirada llena de profunda tristeza al tiempo que unas lágrimas salían de sus bellos ojos negros mientras pensaba: No, no puede estar pasándome esto, yo, yo no puedo amarlo, no debo amarlo, no debo, no debo, soy una tonta no debí corresponder su beso pero no pude evitarlo fue tan distinto a los que Freezer me daba, con Freezer nunca sentí nada en cambió con Gokú sentí cosas muy lindas dentro de mí, no quería que nunca acabara ese momento pero la cordura entro en mí, yo no puedo amar a nadie, yo no se amar, no sé amar.

La pelinegra trataba de acallar su llanto colocando sus manos sobre su boca para que su rubia amiga que dormía en la misma habitación no la escuchara sollozar.

La jovencita se acostó con el rostro cubierto de lágrimas y tras varias horas de insomnio se quedó profundamente dormida.

Al día siguiente:

Un par de bellas jovencitas despertaban, una de ellas quedo sorprendida al ver los ojos de la otra joven que estaban hinchados.

¿Milk estuviste llorando?, dijo intrigada la rubia mientras bajaba de su cama para ir junto a su amiga.

Llorando, ¿yo?, dijo con tranquilidad la pelinegra mientras se sentaba en el borde de su cama.

Si, tus ojos no solo están enrojecidos sino también hinchados, dijo la rubia mientras tocaba con la palma de su mano el rostro de la jovencita.

¿Qué haces?, dijo Milk a la defensiva.

Solo veo si no tienes fiebre, pues a lo mejor algún virus se te pego y pues te ocasiono que se enrojecieran e hincharan tus ojos pero veo que no, ¿por qué lloraste Milk?, dijo la rubia mirando fijamente a la pelinegra.

Porque me acorde de mis padres, es todo, mintió la pelinegra mientras se ponía de pie para ir a darse un baño.

Milk, pequeña, ya vengaste su muerte, se que ello no te ha devuelto a tus padres pero al menos esos hombres pagaron con la misma moneda lo que le hicieron a los tuyos aunque no haya sido lo correcto pues siempre creí que tú no querías llegar a ser una asesina, dijo la rubia con nostalgia.

"En la vida todo se aprende"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora