Capítulo 22: "No puedo cumplir mi misión: La verdad"

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Una pelinegra caminaba de la mano con un apuesto jovencito de cabello alborotado hacia su habitación mientras iba sumida en sus pensamientos.

Si solo me quedan unas horas de vida quiero vivirlas a tu lado, conociendo lo que es el verdadero amor, sintiéndolo de verdad, al menos quiero dejarte ese recuerdo a ti, sé que con esta decisión que acabo de tomar sorprenderé al señor Cold y a todos, no creo que tras lo que haré el señor Cold tenga cabeza para cumplir con sus amenazas, estoy segura que Cell evitara que las cumpla, él es muy inteligente sin duda lo evitara, pensaba la pelinegra mientras caminaba junto a su amado.

Gokú abrió la puerta de su habitación y entro junto a la pelinegra a ella.

¿Traes tú gi?, dijo Gokú con dulzura.

No, pero esta ropa es muy cómoda, dijo la pelinegra sacándose la casaca que llevaba puesta para quedarse con un polo y el buzo que llevaba puesto.

Dámela, dijo Gokú en referencia a la casaca.

No, no te preocupes la dejare aquí, dijo Milk dejando la casaca sobre un sofá.

Milk, ¿estás bien?, dijo Gokú ya no pudiendo aguantar su intriga por la actitud de la jovencita.

Si, ¡vamos a entrenar¡ hoy quiero que entrenemos con todas nuestras fuerzas, dijo Milk sonriendo mientras tomaba su mano.

¿Estás preocupada por que competirás con uno de tus amigos?, dijo Gokú dulcemente.

Si, un poco, por eso necesito entrenar mucho, dijo Milk con calma.

Claro comprendo, entonces vamos a entrenar, dijo Gokú.

El par de jovencitos caminaron hacia el pequeño gimnasio y subieron a la plataforma.

Empecemos, dijo Gokú lanzándose al ataque.

Eso quería oír, dijo la pelinegra empezando a combatir con el joven de cabello alborotado.

El par de pelinegros lucharon intensamente por una hora luego de la cual ambos cayeron al piso de la plataforma agotados.

Aún quiero seguir luchando, decía Milk mientras respiraba agitadamente.

Yo también pero descansemos un poco, dijo Gokú sonriendo.

Si, dijo Milk.

¿Gustas un refresco?, dijo Gokú dulcemente.

Claro, dijo Milk.

Voy por uno, dijo Gokú poniéndose de pie para ir a su cocina mientras la pelinegra seguía recostada sobre la plataforma mirando al techo.

Gokú salio de la pequeña habitación al pasar por la pequeña sala de recibimiento miro el sofá donde estaba la casaca de la pelinegra, el joven sin pensarlo mucho se acerco a ella y busco en los bolsillos el revolver que el había visto que ella sostenía en sus manos en el pasillo, la hallarlo vació rápidamente las balas y volvió a colocar el revolver en el lugar donde estaba, luego de ello guardo las balas en una pequeña cajuela que había en una mesa de la cocina, tomo un par de refrescos del pequeño refrigerador y fue con la pelinegra.

¿No encontrabas los refrescos?, dijo Milk sonriendo.

No, es que todo lo tengo un caos en el refrigerador mintió Gokú mientras sonreía al tiempo que le entregaba un refresco a la pelinegra.

¡Gracias¡ dijo Milk.

No agradezcas nada muñequita bella, dijo Gokú acercando su rostro al de la pelinegra para darle un beso en la mejilla.

"En la vida todo se aprende"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora