03 Al mal tiempo, nada como los videojuegos

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''Si juegan con tu corazon, tu
juega con un videojuego''
—Juan, no tan alegré—

Junto con German, decidimos seguir a Jessica por lo que era su llamado hogar. Al entrar, logramos observar que el centro comercial era bastante grande, contando con 300 Tiendas, un Cinema, 24 baños repartidos a lo largo del lugar, una especie de plaza, y una cancha de tiro.

"¿Una cancha de tiros?"

Luego de caminar por un par de minutos, siendo guiados por Jessica la cual nos explicaba minuciosamente cada parte del mall como si de una guia turistica se tratara.

—Aquí es donde vivo —dijo Jessica, mientras se adentraba en la "cancha de tiros".

—¡¿Vives aquí?!

Soltamos German y yo al unísono, sorprendidos al ver que su llamado hogar era mas exactamente una cancha de tiro.

—¡Si! Aquí me crié, aquí trabaje... y bueno, todavía vivo aquí.

Respondio con pesadez, dejando escapar un suspiro desalentado.

—Pues, eso explica tu puntería —dije con una sonrisa pobre.

—Y la cantidad de municiones que dispones a malgastar en mi —añadió German, cruzandose de brazos y apartando la vista.

—Y tus armas —completé.

El hecho de que Jessica hubiera estado viviendo dentro de un centro comercial cuando todo dsto inicio era sorprendente, tener al alcance tantas cosas utiles para un momento como este era por mucho afortunado.

 —Pues si. Digamos que tuve suerte de criarme en este ambiente —se encogió de hombros con una sonrisa ladina en su rostro—. Siempre soñé con un apocalipsis zombi, y que ocurriera; no se, me hizo un poco feliz.

—¡Estas loca!

– ¡Y plana! ... Era mi ultimo chiste ¡Lo juro!

El que ella hubiera deseado un apocalipsis zombie, me llenaba de indignacion, sentia como si el deseo de ella se fuera reflejado en mi. Cosa que yo por mucho repudiaba. Si fuese sabido que causaria el Apocalipsis en mi niñez, me fuese suicidado.

—Como sea. Aunque... no es al 100% como lo quise —su cara se volvio amarga y agacho la cabeza, como si recordara una tragedia—. He perdido gente importante para mi en estos 2 años —lleva ambas manos a su pecho y se cruza de brazos apretandose a si misna con fuerza, tan solo suspirando para evitar el peso que cargaba en su corazon.

—Todos, hemos perdido a alguien importante en estos 2 años —contesté llevando una de mis manos a ella, colocandola en su hombro, brindandole mi comprensión.

La incomodidad del recordar todas aquellas pérdidas que habiamos sufrido, llenaba el ambiente con una pesadez fúnebre y eso que ya teníamos suficiente con la funebre presencia de German. Tan solo permaneciamos en silencio, inclusive German lo cual parecía extraño, pero era en honor a todas aquellas almas caidas.

Luego de unos minutos, tras haber recuperado la compostura, decidimos en silencio, buscar un lugar dónde acomodarnos y sentarnos para descansar un poco; ya eran alrededor de las 20:00 horas y debido a que no pude comer en todo el dia, mi estomago rugía con fuerza, como si se tratara del motor de un autobús viejo, en vez de un estomago corriente.

 —!Toma! —Dijo Jessica, mientras me pasaba una lata de atún con un pan—. Por los momentos es lo que puedo ofrecerte, ahora tengo flojera de cocinar.

—¿Sabes cocinar? – Pregunté mientras destapaba la lata de atún.

Me sorprendia el hecho de que una chica como ella, teniendo aires tan varoniles, supiera cocinar. Que fuera tan buena con las armas se entendía gracias a su crianza en esta cancha de tiro, pero no veia una cocina a la vista, como para pensar que ella cocinara aca adentro. De hecho por simple logica se sabia que no se podria cocinar estando dentro del establecimiento. Inclusive; pensaba, por su complexion fisica, que debia de estar desnutrida por comer la comida chatarra que se ve dentro de un centro comercial.

Mi Amigo es un ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora