02 Nada como una buena tabla.

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''Cuando el barco se hunde, solo confia en una tabla, las gordas terminan hundiéndose''
—German, el zombi—

Día 26 de junio del 2046, eran alrededor de las 09:00 horas, German y mi persona, llevábamos Dos horas caminando por la autopista, y lo unico que podiamos observar eran llanuras a los costados de la carretera, Nos hablábamos por la carretera del Tigre en direccion a Puerto la Cruz. ,
El hambre, quien nuevamente se hacia presente en mi organismo, era nuestra mas fiel compañera; el agua estaba escaseando y ya no sabia a que recurrir para sentirme mejor; mi vista se nublaba poco a poco, mis piernas empezaban a sucumbir ante el cansancio, temblando y gimiendo con cada paso extra que daba, si seguia asi tarde que temprano desfalleceria en el suelo.

—No creo poder mas.

Mi compañero, German, estaba igual de agotado que yo; llevaba a mi lado alrededor de unos 3 meses y aunque fuera un buen amigo, no era mas que peso muerto en mi travesía.

"Literalmente"

[...]

Cuando desperte esta mañana, pude ver como German yacia a un lado mio, observandome como si de un trofeo me tratara, era raro e incomodo el solo pensar que fuera tan importante para el. Pero, al menos agradecia que el cuidara de mi mientras dormia.

Sin embargo, tenia algo contraproducente, y era el hecho de que se terminaba acabando todas las provisiones.

—¡Deja de tragarte la comida, tu no necesitas de ella! —Espete, al notar que nuevamente faltaba comida en mi bolso de viaje.

—Perdon —dijo con cara amarga—. Es que extraño el sabor de la comida, es todo.

Estar al lado de el, no era tan malo, pero su apetito insaciable era algo abrumador, en especial por que las provisiones que recogia eran únicamente para mi, las recogia pensando en una sola persona. En especial por que German se rehusaba a cargar un bolso y ayudarme con el pesó.

''Si las cosas siguen asi, lo mejor seria alejarme de él''

[...]

—Creo que falta poco para llegar a la siguiente cuidad —exprese mirando el mapa que traía conmigo desde que había iniciado mi viaje—. Según el mapa, debemos seguir esta carretera unos 2 kilómetros mas, para llegar a una gasolinera. Ahí descansaremos.

—ya estoy muerto del cansancio– Expreso, tirándose al suelo y suspirando de cansancio.

—No seas exagerado. Ademas, tu de por si ya estas muerto.

—¡Si! Pero, en cuanto a resistencia física ya estoy exhausto, descansemos unos minutos y luego nos marchamos.

Dude unos segundos; en cierta parte German tenia razón, aunque el estuviera muerto y no pudiera morir de nuevo por el cansancio; tenia algo llamado resistencia física, y era algo que a mi, como ser humano vivo, me afectaba en gran medida, si era que quería llegar vivo al refugio.

—De acuerdo. Descansaremos unos minutos y luego partiremos —solté mientras me apoyaba de un auto, abandonado a las orillas de la carretera, permitiéndome así sentarme en el suelo—. Necesito llegar cuanto antes a la gasolinera y buscar algo de alimento.

—Te he dicho cientos de veces. Si fueses un zombi no tendrías necesidad de alimentarte.

—¡¿Ah si?! Pues te recuerdo que si tu no te tragaras mi comida, no estariamos asi, repito. ¡Tu no necesitas alimentarte!

Mi Amigo es un ZombieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora