capítulo 26: partido de baloncesto

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Maratón 2/3

YoonGi despertó a la mañana siguiente mejor de salud; ya no tenía fiebre y lo único que quedó del resfriado fueron los estornudos y la tos.

Se levantó de la cama, en la cual también estaba Suran, y fue a darse una larga ducha.

Una vez listo desayunó algo nutritivo para luego volver a su habitación.

—Suran...— la movió un poco, logrando despertarla— voy a la universidad, ¿si?, nos vemos cuando vuelva—

—de acuerdo, cariño, suerte y que tengas un lindo día —

—también tu, amor...— besó sus labios y acarició su mejilla con dulzura para luego tomar sus llaves y dirigirse a su motocicleta.

Fue a la casa de Jimin y, al llegar, se preocupó al ver la puerta de su casa entre abierta y adentro un desorden total.

Entró con cautela, pensando en algún ladrón, pero se sorprendió aún más cuando vio a Jimin ya vestido, con los ojos algo hinchados y rojos, y los nudillos rotos.

—¿Jiminnie?—

—¡YoonGi Hyung!... Y-yo... He... ¿Qué hace aquí?—

—Venía a buscarte para ir a la universidad... ¿Qué te sucedió?—

—¡Nada!...—gritó algo asustado— Nada...— murmuró la palabra por segunda vez, sintiéndose intimidado.

YoonGi negó con la cabeza repetidas veces y se acercó al menor. Lo abrazó con cariño y besó su frente con delicadeza. Jimin se sonrojó.

—no sé que te sucede, Jiminnie, me evitas y no quieres decirme qué sucede, pero no importa. Si no quieres decirme no tienes porque hacerlo, pero al menos dejame quedarme contigo. Ya no me evites, si necesitas contarme algo sabes que siempre podrás, y si necesitas un abrazo es solo cosa de pedirlo y lo tendrás...—

—necesito sus abrazos Hyung... Joder, necesito tanto de sus abrazos...— lo abrazó con aún más fuerza y el mayor acarició sus cabellos.

Besó con delicadeza su frente, nariz y mejillas, provocando un fuerte sonrojo en el menor. Acarició con delicadeza sus mejillas con lágrimas recientes, las secó y pasó sus pulgares suavemente por los párpados del menor, para luego besar estos y abrazar al menor de forma protectora.

Jimin escondió su sonrojado rostro en la curvatura del cuello y hombro de su Hyung, ocultándose de las cosas del exterior que le hacían daño.

Se quedaron así un rato, solo abrazándose en silencio, y cuando le menor se separó, YoonGi besó su mejilla suavemente y tomó su mano guiándolo hacia afuera, hizo que el menor cerrara correctamente su puerta y lo ayudó a subir en su motocicleta.

Se dirigieron a la universidad ambos ligeramente sonrojados, y cuando llegaron no pudieron evitar caminar abrazados.

La noche anterior, Suran le había hecho prometer que intentaría olvidar a Jimin y que se alejaría un poco de él para hacer el proceso más sencillo, pero maldición, si que era difícil mantenerse alejado del pequeño...

Entre clases, en los recesos y en la hora de almuerzo, ellos simplemente no tomaban importancia a nada más que no fuera ellos. YoonGi acariciaba el cabello del menor con más frecuencia, el menor besaba las mejillas de su Hyung mucho más seguido y se la pasaban abrazados. Ambos necesitaban de eso.

Sus amigos se extrañaron de eso, pero terminaron restándole importancia. Tal vez querían demostrar cuanto se querían y ya.

Seguido de eso, fue una semana en la que el casi rubio se recuperó de su pequeño resfriado y por fin pudo volver a hacer una de sus cosas favoritas; jugar baloncesto.

Equivocado// YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora