capítulo 35: tenemos que hablar

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Maratón 2/4

Jimin se levantó con pereza de su cama, sin querer despegarse de ella, pero debía hacerlo; el hambre comenzaba a atacarlo.

Sus amigos se habían ido ayer en la noche y él no tuvo más remedio que terminar su helado e irse a dormir.

Fue a su cocina a pasos lentos para servirse algo de comer, aunque al estar allí sintió la hermosa melodía de un piano y reconoció enseguida su tono de llamada.

Comenzó a avanzar a pasos lentos, hasta que su cabeza recobró total conocimiento y se dio cuenta de que no era cualquier melodía de piano. Era la melodía de piano que había tocado su Hyung, y por ende, su tono de llamada.

Corrió esta vez a su habitación, tropezándose tres veces en el camino y, al estar ya en ella, saltó a su cama y tomó el celular con una boba sonrisa, arreglando un poco su cabello y rezando por verse más o menos bien al menos, a pesar de que era una simple llamada y su Hyung no lo vería...

Respiró profundo y contestó la llamada, llevándose el celular a la oreja segundos después.

—Hola, Jimin—

—H-Hola Hyung...—

—oye, quería decirte que... Espera— una carcajada se escuchó desde el otro lado— no me digas que aún dormías. Por Dios, son las dos de la tarde, Jiminnie

Jimin enrojeció — no no no, ¿cómo cree? Llevo despierto horas, de hecho ya comí mi desayuno y almuerzo— mintió mordiéndose el labio.

Las risas acabaron del otro lado— perfecto, entonces ¿puedes venir en una o dos horas más?, tenemos que hablar y es de algo importante y muy serio—

Jimin tragó duro— ¿y no puede decírmelo ya, Hyung?—

—no, lo siento, cosas como éstas deben hablarse en persona... Te espero—

—d-de acuerdo Hyung, nos vemos...—

La llamada se colgó y Jimin soltó un fuerte suspiro... ¿Y si YoonGi ya... Ya no lo quería?...

Sus ojos se cristalizaron ante ese pensamiento y sacudió la cabeza varias veces antes de ver la hora; las dos y media de la tarde. No le daba tiempo ni de tomar desayuno.

Bajó de su cama y decidió que lo más prudente sería bañarse ya mismo, así que tomó su ropa y una toalla para luego dirigirse al baño con rapidez.

(...)

Jimin mentiría si dijera que no estaba nervioso y que había un gran impulso en él de dar media vuelta y volver a su casa, pero la intriga de saber que diría el mayor también podía con él. Además estaba el hecho de que no se encontraba bonito así vestido, de forma simple. Y, aunque se veía malditamente hermoso y en la calle más de veinte chicos y chicas hayan volteado a verlo por lo lindo que estaba, él seguía pensando que esas miradas eran de asco, y que nunca podría estar tan bonito para su Hyung como quería porque no era tan bonito.

Suspiró como por quinta vez desde que despertó y tocó la puerta despacio con sus nudillos, respirando hondo cuando se escucharon pasos adentro y la puerta rechinar un poco al ser abierta.

El aliento se le cortó al ver a su Hyung parado ahí, viéndose tan guapo como siempre, y tuvo el fuerte impulso de tirarse sobre él y besarlo hasta quedarse sin fuerzas, pero la cara de su Hyung reflejaba que esta visita no era para ello... Para nada de ello...

Equivocado// YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora