Capítulo 21

2.9K 223 15
                                    

Falta el final y un epílogo inesperado... mujajaja :) Besos, chicas :)

*************************************************

Abril 2001 — Jared

—No entiendo por qué te niegas a compartir el asiento conmigo —me quejé, procurando no hacer algún mohín y verme embobado tal como me sentía.

Íria intentó aferrarse a mi cuello, pero moví la cabeza y crucé los brazos. Así, para que entienda que estaba mosqueado por su estúpida decisión.

Resopló y batió con el pie en el suelo.

—Por muchas razones. No tiene sentido cambiar de asientos justo antes del final de las clases, forzaría a Liza a quedarse con Cedric y lo último que pensaría sería en las clases si te tuviera tan cerca —susurró, acercándose y abrazando mi cintura—. Además, sabes que no podemos ser vistos juntos.

—Ninguno me convence —refunfuñé—. Ya es mediodía y te he visto un total de… —verifiqué mi reloj—, tres minutos. No puedes manipularme —protesté cuando dejó descansar su cabeza contra mi torso.

—¿Estás seguro?

Asentí con la cabeza, pero fue un error, ya que por el movimiento sentí su fragancia que debilitó la firmeza de mis argumentos.

—Nos quedan cinco minutos de esta pausa y volveré a verte en tres horas. Esta no es vida —intenté convencerla, a sabiendas que no iba a lograrlo. Íria mantenía sus creencias y pocas veces había salido ganador en nuestras confrontaciones verbales. En honor a la verdad, sabía que le pedía demasiado y en la mayoría de las veces abusaba de mi papel de novio, pasándome no tres pueblos, sino unos diez.  Me defendía mintiéndome que era mi primera novia y no conocía muy bien las reglas. Si existiera una carta con recomendaciones de cómo deberías comportarte en pareja, definitivamente la necesitaba.

Palabras como «pareja» y «novios» seguían sonando raro en mi mente. No podía abrir la boca y decirlos, el sonido se negaba a salir de mi garganta. De hecho, ni creía que hacía falta. Quiero decir, las cosas estaban lo bastante claras. Íria y yo formábamos una pareja. No se escucha bien, ¿entendéis lo que quiero decir? Se oía extraño. Íria y yo estábamos juntos sonaba mucho mejor. La primera variante daba a entender que no podíamos vivir el uno sin el otro o algo igual de trágico. Tenía una imagen de nosotros dos en una escena de teatro medieval, esa época en que los hombros vestían aquella combinación de falda con pantalón corto. Íbamos atados con una cadena de hierro muy gorda y pesada, y solamente podíamos movernos juntos. Nada más lejos de la verdad. Cada uno tenía una vida por separado y una vida en pareja. Otra vez esa palabra. Lo intentaré de nuevo: cada uno tenía dos vidas; una cuando estábamos juntos, como en este momento, y otra cuando no nos veíamos. No se podían comparar en calidad la una con la otra, pero ambas existían.

Y hablando de calidad, me di cuenta de que había perdido los últimos dos minutos pensando en asuntos desagradables en vez de aprovechar los segundos y enriquecerlos. No obstante, no podía ceder tan fácil, sin pedir nada a cambio.

—Está bien —dije, abrazándola. Me detuve de solicitarle un pago, pues consideré que la sonrisa que me regaló sobraba.

—Te recompensaré —me informó, haciendo que creciera mi tensión con un beso ardiente.

—Mmm… recompensa aceptada —susurré contra sus labios.

Meneó la cabeza y alargó la sonrisa.

—No me refiero a eso —puso el dedo índice sobre mis labios que se habían acercado demasiado y no le permitían hablar—. Vamos a salir de acampada.

Sencillamente perfecto (SIN EDITAR) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora