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Bueno ya eran las 7:30 y yo estaba más que lista para la fiesta, si se preguntan de dónde conseguí un vestido pues Sofía me lo presto, cuando se lo pedí me sentí tan avergonzada pero ella me lo dio sin ningún inconveniente.

Llevaba el vestido que era de color negro, ceñido al cuerpo con escote pronunciado y algo corto para mi gusto, unos tacones altos de animal printk ‘los más altos que he utilizado’ un bolso también negro y en las puntas de mi pelo traía unas ondas que iba perfectamente con mi look, en cuanto al maquillaje no fue necesario demasiado drama, algo de sombra, un buen brillo labial y mascara para pestañas y estaba lista.

Tocaron a mi puerta, ya era hora me mire una última vez al espejo ‘Esta no eres tú’ decía mi subconsciente que tenía mucha razón, jamás me había vestido así pero era muy tarde para echarme para atrás.

Me despedí de mi mama, que a diferencias de otras madres ella estaba muy feliz porque fuera a esa fiesta, yo no salgo mucho; en realidad casi no salgo así que me imagino que era por eso.

Fui hasta la puerta y la abrí, y ahí estaba esperándome mi amigo que iba un look fachero e informal muy guapo ahora que lo veo bien.

El me miro de arriba hacia abajo con la boca media abierta, sin decir nada; esto me incomodaba ¿acaso vengo muy llamativa? ¿o tengo algo en la cara?

-¿Y bien? -le pregunto dando una vuelta rápida-

-Wow -fue lo único que expreso-

Fruncí el ceño, que los hombres no pueden decir más o es que su cerebro no puede calcular bien

-Eso es un “wow” bueno o un “wow” malo

Cameron sacudió la cabeza como volviendo al mundo

- Es un “wow” bueno, vienes muy guapa -dijo volviéndome a mirar- demasiado guapa

-Gracias, tu igual -le dije devolviéndole el gesto y olvidándome del mal humor-

-¿Nos vamos?

-Si claro -asentí-

Nos subimos a su coche y fuimos hasta la casa de Marco, cuando llegamos la gente ya empezaba invadir el lugar, y muchos ya estaban tomando ¿tan rápido?

Aparcamos el auto y bajamos, entramos a la casa y la música reventaba mis oídos, la gente pasaba y pasaba por un momento sentí toda la gente te volteo a verme pero me saque ese pensamiento ‘seguro es mi imaginación’

-Vamos a la barra -dijo Cameron gritando prácticamente en mi oído-

-Okay -le respondí-

Me hizo atravesar en medio de la multitud hasta llegar a la barra de bebidas ¿dios mío, pero si yo nunca he bebido? Bueno algunas copas de vino pero nada extremo como esto.

-¿Qué quieres de beber? -me pregunta amable-

-No estoy segura si quiero beber -le dije sincera-

-Vamos ____ es una fiesta, unos tragos no te matara

-Está bien -le dije-

Y me paso un vaso alto de una bebida desconocida para mí, tenía muchos colores le di un sorbo y estaba bastante bien.

Mire para un costado y vi a Sofía hablando con un chico, tan coqueta como siempre me acerque para saludarla

-Sofii! -le dije sorprendiéndola por atrás-

Se dio vuelta y me miro por unos segundos impresionada, esto ya era molesto me pongo un vestido y todo el mundo me mira como a un extraterrestre, pero luego reacciona

-Chica ese vestido te queda fenomenal

-Gracias -le dije tímida-

- Y que hay, ¿vamos a ligarnos a unos chicos hoy? -pregunta-

Como me pregunta eso, dios y sus modales yo niego con la cabeza en señal de desaprobación y ella no dice mas

-Ya viste que llego el Señor Frío

-Quien? -le pregunto desconcertada-

- Shawn -exclama-

-¿Por qué le dicen “Señor Frío”?

-Es el apodo que le pusieron las chicas del club de natación, según ellas porque él no tiene sentimientos ante nadie ni ante nada, simplemente es frío como el hielo

-Que malas -respondí con desacuerdo a ese tonto apodo-

-Bueno, no le pares es un simple apodo…quieres bailar? -dijo cambiando de tema-

-Si -respondí sonriente-

Nos adentramos en la pista y empezamos a bailar alocadamente disfrutando el momento. Un par de veces mire a Shawn quien estaba sentado en la barra con una expresión nada relajada ¿Qué acaso tampoco bailaba? Empezaba a creer que en vez de ser el “señor frío” debería ser el “señor aburrido”

Ya eran las 11:00 y volvimos hacia la barra, y Cameron pidió más tragos

- No creo que pueda tomar más, ya con este será el sexto trago -le digo sincera y algo mareada-

-Vamos, solo se vive una vez -dijo Cameron-

Esa es una teoría bastante estúpida, pero decidí callarme

-Voy a tomar aire afuera -dije levantándome de la barra-

-Hay no aguantas nada ____ -dijo sofi-
No me importo más y salí y me senté en un banco frente a la casa, me sentía mareada todo me daba vueltas, de repente sentí que alguien se sentó al lado mío, mire y era Cameron

-Oye nos podemos ir ya a la casa -pregunte-

-Pero si esto recién empieza muñeca -se acercó más a mí lo que me hizo retroceder-

-No me siento bien, en serio, ya vámonos

-Te sentirás mejor si te tomas uno más de estos -me paso una copa-

-No quiero nada - le reprendí con mala cara-

-Está bien, no te sulfures muñeca-

- ¿Que pasa contigo? No me llames ‘muñeca’ -le dije molesta-

El solo rio y se acercó más y en un segundo me tomo de los brazos y me atrajo hacia él, intente zafarme pero él era más fuerte

-Suéltame -le rogué-

-El solo un besito, veras que te gustara -dijo con su aliento con olor a alcohol-

-¡No, suéltame! -intentaba empujarle-

De repente, alguien tomo por atrás a Cameron separándolo de mí y tirándolo al suelo

-La señorita dijo que la soltaras -exclamo el chico-

Yo conocía esa voz era…era

Un Hombre Frio S.M *EN EDICION*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora