Capítulo 1
—La orden número cinco salió —Gritó Barney el cocinero
—Ya voy —Dije fastidiada
Este trabajo me agota demasiado. Los clientes me tratan mal simplemente porque ellos pagan, aunque yo necesite el dinero ¿No podrían ser más considerados? Además que los jefes nos tratan como esclavos, en mi isla la esclavitud se acabo hace mucho. Pero bueno, como dije necesito el maldito dinero. Así que moví mi trasero hasta la ventanilla donde esperaba la orden de la mesa número cinco.
—Gracias Barney —le agradecí al barrigón de Barney, pero no se equivoquen hace las más deliciosas hamburguesas que he probado
—Muévete, chica —dijo mientras seguía asando una carne
Tomé la orden y camine con paso apresurado hasta la mesa número cinco. Le entregue la comida y me fui a atender otras mesas.
— ¡La orden tres! —escucho de nuevo el grito de Barney, maldigo mi día
****
Odio tener que cerrar la cafetería, cuando eso sucede salgo tarde del trabajo y justamente hoy tengo que estudiar para un examen de la universidad. Verán, soy estudiante en la universidad de New York pero la realidad de todo es que soy becada. Vengo desde Puerto Rico, una pequeña isla del Caribe, me becaron ya que juego voleibol así que si, beca completa. Pero debo trabajar para otras cosas...
—Buenas noches Angie —Saludó el guardia del edificio donde vivía, bueno donde vivían todas las universitarias un edificio donde habían apartamentos de dos personas. Este le pertenecía a la universidad yo le llamo "Prisión". Y no es porque no me dejen salir es simplemente que no me gusta el lugar, y entre chiste y chiste un día le dije a mi madre que estaba en la Prisión y así se quedo desde entonces.
—Buenos días —devuelvo el saludo mientras entro al edificio
Subo las escaleras ya que el ascensor está dañado, así que subo hasta el segundo piso y me encamino hasta la habitación número 25. Donde mi compañera de cuarto, Abril Anderson, estaba cómodamente en mi cama usando mi computador.
—Abril tienes tu cama y computador, ¿Por qué demonios usas el mío? —Espeto claramente enojada odio que usen mis cosas, cosas que trabajo para obtenerlas
—Tu cama es más cómoda y tu computador es más rápido—Responde mientras me ve y sonríe
—Entonces compra ambas cosas nuevas —Digo
Coloco mi abrigo en el armario y saco mi mochila de la universidad. Sacando mis libros de inglés. Camino hasta el escritorio y me siento comenzando a estudiar.
— ¿No tienes prácticas? —Escucho la voz de Abril preguntarme
—No —Respondo
—Y ¿Dónde estabas? —Su curiosidad me enoja, respiro y pienso antes de responder
—Fui a dar una vuelta
No podía decirle donde estaba. Nadie, absolutamente nadie podía saber donde estaba las noches. Y no por vergüenza, me importa un comino que piensen las personas de mi o de mi trabajo. Pero curiosamente uno de los requisitos para que pueda ser becada es... No trabajar. Según ellos influye en tu desempeño en la cancha. Si me preguntan son solo excusas de mierda.
—Abril necesito estudiar, y deja mi maldito computador —Gruño hastiada, ella se levanta de la cama dejando el computador en mi cama
—Que humores
Regreso mi atención a los libros. Pero minutos después Abril se encuentra hablando de forma no muy apropiada con un hombre. Suspiro sabiendo que esta noche no podré estudiar cómodamente.
ESTÁS LEYENDO
Amame Si Puedes
Teen FictionAlgunas veces la vida prepara cosas que no sabes que son para ti. Te preguntas… ¿Por qué yo? Es como un libro, sabes porque se llama de esa manera a la mitad. Así es la vida. Confusa pero siempre ocurre por algo. Mi historia es bastante confusa, com...