Capítulo 2
Ya son las diez y media de la noche y aún estamos aquí, Andrew desquitándose conmigo porque me burle un poquito de él. A la verdad que este chico no aguanta nada y eso que tiene 19 años. Cada vez le pega más fuerte al balón y ya mis manos duelen y no siento mis piernas pero no me quejo, no voy a dejar que me vea vulnerable. O no, eso sí que no, Angélica Ramírez no es ninguna blandengue.
—Terminamos—Dice mientras se baja de la silla, me mira al parecer expectante que me deje caer al suelo o algo pero en vez de eso voy por mis cosas. Al tomar mi mochila siento ardor en mis manos.
Sin decir nada salgo de la cancha, me aguanto de la pared, siento mis piernas como gelatina. Lentamente camino hasta la "Prisión". En estos momentos deseó tener ascensor para no tener que subir estas malditas escaleras. Abro la puerta de mi habitación y me encuentro con la no agradable escena de Abril besuqueando a quien sabe qué tipo.
Con la puerta abierta toque fuertemente la madera. Los dos se asustaron y miraron en dirección a la puerta.
—Creo que es hora de que tu—Me aclaré la garganta— Cita se marche
Abril me vio con ojos asesinos, pero lo ignore, camine hasta el chico y lo palmee en la espalda.
—Te muestro el camino— Él sin entender camino hasta la salida/entrada de la habitación
—Abril...llámame—Cerré la puerta en su rostro, me volteo para mirar a Abril, si las miradas mataran mi becado trasero estuviera seis metros bajo la tierra— Si estoy segura que ya mamó, ¡Ay! Perdón.
—¿Por qué hiciste eso?—Pregunta claramente enojada
—Porque puedo —Respondo con gracia, siempre quise decir eso
—No seas pendeja no eres la hija perdida de Cristian Grey—Dice ya con una leve sonrisa en el rostro
—Cierto, pero es bueno, así puedo hacerlo mío y respecto al chico que saqué de nuestra habitación, quiero descansar y estoy segura que si los dejaba no hubiese podido descansar con sus gritos —Respondí mientras me quitaba mis zapatillas deportivas
—Está bien, besaba horrible y dime ¿Cómo te fue con el culo lindo de Andrew? —Preguntó enarcando las cejas de manera sugerente
Me reí ante tal acción y negué con la cabeza, me quite mi camisa y me quede en un "sport bra". Solté mi cabello dejando que los rizos salvajes sean libres. Le conté bastante rápido lo sucedido en la práctica con Andrew, Abril solo hacia reacciones dramáticas y comentaba algo lascivo en algunas partes.
Déjenme contarles algo sobre Abril Anderson, su madre es colombiana pero se casó con un hombre americano y término viviendo en New York, se queda en la "Prisión" para tener estos encuentros con chicos que quieren meterse dentro de sus pantalones. Y claro es atractiva, cabello negro como la noche, antes se dedicaba baile así que sabe mover su enorme trasero colombiano. Creo que se ha tirado a más de la mitad de la universidad, pero es buena amiga, aunque me robe mi ordenador.
—Angie sal de tu trance y vete a ducharte —Escucho a Abril quejarse, que le den.
—No voy a ducharme estoy muy cansada, mañana me ducho—Respondo con mis ojos cerrados, estoy muy cansada solo quiero dormir. ¿Además quien dijo que las chicas deben ser limpias y ordenadas? Eso solo es un prototipo de cómo debe ser la mujer, pero a mí eso no me va.
—¡No seas cochina, desde acá llega la peste—Exclama con disgusto
—Sabes que me importa un comino, duerme en otro lado—Me acomodo un poco mejor para poder dormir
ESTÁS LEYENDO
Amame Si Puedes
Teen FictionAlgunas veces la vida prepara cosas que no sabes que son para ti. Te preguntas… ¿Por qué yo? Es como un libro, sabes porque se llama de esa manera a la mitad. Así es la vida. Confusa pero siempre ocurre por algo. Mi historia es bastante confusa, com...