Capitulo 18

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Capitulo 18

Andrew me deja en el hotel donde mi madre se hospeda.  Le doy las gracias por no dejarme tirada en la calle borracha y por este día, él solo se limita a sonreír y asentir. Me quedo parada en la acera, viendo como se marcha. Cuando ya no veo el auto decido que es mejor subir.  Entro directamente al ascensor.  Me bajo en el piso número cinco y voy a la habitación 501. Toco la puerta y en cuestión de segundos mi madre abre la puerta vestida con una bata blanca.

—Pasa mi niña—Se hace a un lado para dejarme pasar.

—Bendición má—Siempre que la veo, le pido la bendición, ya es costumbre.

—Que Dios te guie y te acompañe, y que te haga la santa que no eres, ahora cuenta los detalles

La miro sorprendida.  Mi madre no deja de sorprenderme.  Pero me siento en la cama en forma de indio, ella hace lo mismo y comienzo a contarle todo.  Claro, todo lo que me acuerdo ya que no sé qué demonios hice con Andrew y tengo una ligera impresión de que no quiero saber. Incluso le cuento lo de la carta y se la muestro.  Ella la toma y la inspecciona para luego sonreír.

—Dásela—La miro confundida, entonces ella me hace ese rostro diciendo idiota-no-lo-ves—A Andrew

—No puedo, me romperá el corazón

—Ese chico te ama, solo que no lo va a admitir

—Mami, esto no es un cuento de hadas, el es un mujeriego que no cambiará, ni por mi ni por nadie.

Isabel Rodríguez va a replicarme pero el timbre de mi teléfono nos interrumpe.  Al ver el número de Susan no dudo en responder.

—Hola Susan—Saludo.

—Hija, ¿podrías venir en media hora?  Es que queremos probar algo nuevo hoy y te necesitamos

—Claro, salgo para allá

Cuelgo la llamada y miro a mi madre, está furiosa, no…lo que le sigue.

—Antes de que te marches escúchame bien Angélica Ramírez, esto no es un cuento de hadas, es la vida real, pero ese chico esta que babea por ti.  Y si no te das cuenta pronto lo vas a perder, olvídate de que es un don Juan, las personas cambian y él lo está haciendo, por ti.  Lo conozco por unas horas pero lo poco que vi me fue suficiente, ya sé todo el plan de novios falsos, pero déjame decirte algo, mi sentido de madre me dice que con él es con quien te vas a casar, tendrás miles de hijos y serán muy felices.  Así que deja de ser tan cabeza dura y reacciona—Me he quedado sin palabras.

Ella camina hasta la cómoda, saca algo de una gaveta, una caja y me la lanza a la cabeza. ¿Pero qué le pasa a mi madre?

—Le das esos condones, no quiero tener nietos aun, soy muy joven para eso—Replica aun enojada.

Veo la caja, condones… demonios se lo tomo en serio.  Y ahora ¿donde los meto para que no los vean? Miro a mi madre que se sentó en una silla pegada al gran ventanal vista a la piscina a leer una revista.

—Má, ¿Qué te pasa? ¿Te llegó la menopausia?—Pregunto.

Gran error.

Los ojos de mi madre representando la ira pura, levanta la vista para verme.

—¿Qué has dicho?—Pregunta tranquilamente, pero en su voz se nota el enojo, mierda estoy muerta.

Así que me levanto y camino hacia la puerta en grandes zancadas.

—Nada, te amo mami te llamo luego

—MALDITA NIETA DE TU ABUELA—Grita a todo pulmón. 

Valoro mi vida así que salgo del hotel para dirigirme al trabajo.  Me pregunto que será eso que van a implantar nuevo.  ¿Una nueva tostadora?

Amame Si PuedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora