Capitulo 7

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Capitulo 7

Al llegar a la Prisión aun confundida por la actitud de Andrew me tire a la cama a dormir.  Abril no estaba por ningún lado cosa que agradezco ya que necesito tiempo a solas para aclarar mis ideas.  Debo irme a trabajar en un par de horas pero ahora solo quiero descansar, estos días no me están gustando.  Me gusta la paz, estar rodeada de tranquilidad, pero desde hace unos días Andrew ha perturbado esa paz. 

Solo algo puede volver a llevarme a mi estado de tranquilidad, así que me levanto de mi cama.  Tomo la ropa para trabajar y una máscara que tengo guardada para estos días en un lugar de mi armario lo meto todo en un bulto y salgo de la habitación.  El intenso frio de Nueva York choca contra mi piel pero aun así continuo con mi camino.

Luego de veinte minutos caminando llego hasta un parque desolado, nadie viene aquí por unos rumores que comenzaron con unos fantasmas, pero claro yo no creo en nada de eso así que no me da miedo.  Entro sin que nadie me vea y continúo mi camino.  Lo que más me gusta de este parque es que esta alejado de todo, la cuidad no se escucha, solo hay pequeños animales, y con el tiempo los arboles han crecido convirtiéndolo en un lugar perfecto para estar conmigo misma.  Me siento en el suelo dejando mi bulto a mi lado, doy un profundo respiro.

—¡MALDITO ANDREW! —Grito con todas mis fuerzas.  Como siempre nadie me escucha así que vuelvo a gritar con todas mis fuerzas, tanto que siento mi garganta arder por el esfuerzo. —¿PORQUE NO ME DEJAS EN PAZ?

Al terminar mi terapia de gritos, creada por la terapeuta sin licencia la señorita Angélica Ramírez, me levanto y comienzo a caminar para la cafetería.  De verdad que por eso vengo a este lugar, me encanta, salgo renovada y con nuevas fuerzas para enfrentar cualquier cosa.  

Al llegar a la cafetería, entro y está llena de clientes y solo hay una empleada, la zo… perdona la señorita Britney.  Esta tiene un vestido corto negro, con medias negras y unos tacones de aguja.  El cabello suelto pero claro al tener su máscara también negra no se nota.  Suspiro y me dirijo al baño de empleados para poder cambiarme.  Ya que este día tenemos que usar mascaras tuve que traerme un vestido, elegí un vestido verde oscuro que me llega un poco más arriba de la rodilla, dejé mi cabello suelto y me puse una máscara verde con detalles en dorado, con plumas en una esquina  de color verde.  Deje mi bulto en el salón de empleados y fui a ayudar.

*****

—Bienve…

¡Santísimos dioses de todo lo divino! ¿Por qué a mí?

—Andrew acaba y ordena estás haciendo esperar a la señorita

Si damas y caballeros, enfrente a mi estaba Alexander y Andrew James.  ¿Cómo ocurrió esto? Sencillo.  Fui al baño, cuando volví me dijeron que atendiera esta mesa, camine sin fijarme y cuando fui a darles la bienvenida los vi.  Al menos tengo esta mascara y dudo que me reconozca. 

Andrew alza su vista para mirarme.  Oh, no.  Esto está mal, me sigue mirando y no dice nada.  Es como si me estudiara.

—¿Tu estas en el menú preciosa? Definitivamente te quiero a ti para llevar —Angie controla tus ganas de matarlo y despedazarlo pedazo por pedazo

—Cuando tenga decidido que va a ordenar volveré —Iba a marcharme pero la voz de Alexander hizo que me detuviera.

—Señorita perdone a mi hermano es un tonto —Andrew fulminó con la mirada a su hermano mayor causándome una sonrisa. —Tráiganos dos hamburguesas y dos batidos de fresa, por favor

—Enseguida regreso con su comida

Camino hasta la ventanilla que da para la cocina y dejo la nota con la orden anotada.  Como Britney se encarga de las otras mesas voy a la única que falta, una mesa llena de chicos de preparatoria.

Amame Si PuedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora