Capitulo 3

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-No deberíamos, si se llegara a saber lo de nosotros....- llevo ambas manos al rostro con la intención de detener el gran rio de lágrimas que caía de sus ojos azules.

-Por favor, no llores mi princesa, ambos lo sabemos pero por favor.....n-no l-llores.- y siguiendo el ejemplo, aquel hombre de cuerpo robusto con varios tatuajes color fuego en su cuerpo, comenzó a llorar. Sus lágrimas eran rojas como la sangre pero a la vez se podía ver el pequeño brillo en ellos, demostrando que su llanto era sincero.

-Es extraño mi príncipe.- dijo aquella delgada y hermosa mujer con el cabello coloreado como la lluvia y el mar, su cuerpo tornaba un tono azulado y a la vez opaco que demostraba a la vez su estado de ánimo.- Hubo una vez en la que me mencionaste que nunca habías llorado, pero la forma en la que lo haces....pareciera que lo has hecho toda la vida.

-No lo entiendes.- dijo él una vez recuperándose de su llanto.- El solo imaginarme vivir sin ti, me destruye, me destruye a mí y a mi frio corazón.

-Jamás pensé que eras frio.-dijo ella firme de sus palabras.- solo alguien con el carácter demasiado tenso.

Ambos se miraron y por un momento en que sus ojos se conectaron fue cuando ambos pudieron reír, reír de verdad, algo que solo ambos pueden hacer entre ellos.

-Aún no sé cómo lo haces.- ella lo miro extrañada.- Sentirme así, solo contigo puedo, ninguna mujer puede hacer lo que siempre eres capaz de hacer.....hacer que me sienta amado.

Ella esbozo una tierna y hermosa sonrisa mientras su cuerpo regresaba y su opaco color se desvanecía, sus mejillas se volvieron rojas, algo que pocas veces había pasado y solo él había sido testigo.

-Yo te amo.....y lo sabes ¿Verdad?.

Devolviéndole la sonrisa pronuncio.

-Sí, ¿Y tú también lo sabes verdad?.

-¿Qué cosa?.- dijo inocentemente mientras lentamente cerraba la distancia entre ambos.

-Que yo también te amo.

Y ambos se besaron.

Sin importar el peligro que signifique aquella inusual relación, ambos están decididos a enfrentar todo aquello que lo conlleva, aun cuando sus reinos están miles de kilómetros, aun cuando ambos reinos están casi al borde de la guerra ellos saben que aún hay esperanza, y ellos son la prueba de que entre ambas razas puede haber lo que en siglos jamás se haya visto.

Paz y Amor.

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-Juvia.....- susurro cierto pelirrosa entre sueños.

-Ya se encuentra en el comedor joven Natsu.- dijo cierto anciano quien en esos momentos estaba a unos pasos de él.

Por puro acto de reflejo, Natsu se paró de golpe mientras de manera tambaleante intentaba ponerse en posición de pelea, lamentablemente la pared no era con quien debería pelear.

-Debería bajar, el ama llego esta mañana y su acompañante ya está reunida con ella en el comedor.- ya más despierto lo miro de manera interrogante.- El desayuno será en breve.

Recordando rápidamente que el día anterior no había podido comer desde la tarde en que llego y sonrojándose al recordar del porqué, salió con rapidez una vez ya con las energías de siempre y se dispuso a toda marcha al comedor.

Lo que no se esperó en ese momento, fue que de un momento a otro las imágenes de la noche anterior chocaran contra él, volviendo cada vez más lento su camino a tal punto de solo mantenerse parado a tan solo unos pasos de la puerta que conducía al comedor.

Polos Opuestos (Navia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora