Había fuego por todos lados, casas desmoronándose, el Reino en llamas, gente gritando, suplicando ayuda, gente pidiendo ser salvadas de la guerra y el holocausto que en vida y cuerpo sentían. Los soldados tomando gente, golpeándolos, arrestándolos en nombre del Rey, del nuevo y oscuro Rey.-Vamos!.- grito alguien a lo lejos. Se podía apreciar a los guardias personales del principie Dray, el mencionado se encontraba protegido detrás de ellos, con la espada aun enfundada, con la mirada horrorizada por culpa del paisaje que sus ojos eran capaces de ver.
Miraba como todo lo que conocía se perdía en el fuego, convirtiéndolo todo en cenizas.
-Principe!.- uno de sus soldados lo llamo sacándolo de sus pensamientos.- el rey me pidió que lo sacáramos de aquí, su familia ya se encuentra a salvo, solo falta usted.
Explico, pero él ni siquiera ponía atención, estaba perdido entre sus pensamientos.
-''¿Cómo paso todo esto?''.- se preguntaba una y otra vez sin dejar de mirar por todos lados. Hace apenas unas horas se encontraba disfrutando de una cálida comida en familia, y de un momento para otro todo se había ido al carajo.
La gente corría por todos lados intentando ocultarse en un lugar seguro, su padre y madre mostraban un rostro pálido y preocupado por lo recién acontecido.
Estaban bajo ataque.
Recordó a su padre caminando entre sus hombres dispuesto a darlo todo para salvar a la familia, al reino que tanto amaban él y su familia. Quiso acompañarlo, pero sus guardias se lo impidieron, lo sacaron del palacio y lo llevaron a un lugar seguro.
Pero la guerra los había alcanzado. Ahora solo miraba la escena con horror.
Uno de sus hombres lo tomo del brazo e intento llevarlo a otro lugar, pero él no lo permitió.
Con rapidez y agilidad, logró zafarse y sin perder tiempo salió corriendo en búsqueda de su padre. Camino entre fuego y rastros de hielo a su paso, sabía muy bien que el hielo era de su padre, y el fuego….
-Oh dios.- dijo consternado y asustado al identificar el tipo de fuego con el que estaba mezclado. Como olvidarlo si en su infancia siempre estuvo rodeado de ello., siempre en compañía de él, aunque siempre terminaban peleando en incontables veces, al final siempre terminaban sonriendo y divirtiéndose como los mejores amigos-rivales que son.
O eran.
Todo este asunto lo tenía nervioso, desde hace ya un tiempo que ni se hablaban o comunicaban por cartas, no desde…..que le habían sus padres que se iba a casar con su mejor amiga.
Intento parecer que no le importaba ese tema pero no podía negar que no sentía nada por ella, por misma razón en una de sus visitas al reino de ella había logrado hablar con ella, y al final solucionarlo.
Pero hubo algo en ella que lo tenía preocupado, estaba silenciosa y con un rostro que demostraba con facilidad su tristeza. Quiso preguntar del cómo iba con Armin en su relación, pero prefirió no preguntar.
Algo le día que no era el lugar ni el momento.
Al final logro acabar con eso, después de todo él estaba enamorado de otra chica aunque esta ni siquiera supiera que existía. Su familia aunque no lo tomaron muy bien, al final tuvieron que aceptar que él debía tomar de vez en cuando sus propias decisiones y eso fue algo que le alegro bastante.
Aunque no podía decir lo mismo de Lizette. Sus padres, aunque le agradaban, tenía que admitir que eran unos completos manipuladores y que poca privacidad era lo que tenía ella, ni siquiera podía salir del palacio sin estar acompañada por un par de guardias, pocos hombres lograban acercarse a ella y los que lo lograban al final terminaban encerrados por un par de días y ella nunca los volvía a ver.