-Porque…- exigió saber una vez logro alcanzarla.- porque me pides eso cuando yo…..-No te amo, que no lo entiendes!.- dijo fingiendo enojo una vez alejándose nuevamente de él, sin rumbo.
-Mientes!.- grito en cólera mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y las soltaba sin poder contenerlas.- La mujer a la que conocí sería incapaz de engañarme, la mujer que conocí no actúa de esa forma, la mujer que conocí…..yo la….amo.
La mujer quien se encontraba ya algo lejos, logro escuchar lo último, estuvo deseosa de voltear y conectar su mirada con la de él, pero algo se lo impidió, aunque quisiera hacerlo sabría muy bien las consecuencias, no por nada su padre se lo había advertido.
Ignorando el triste llanto de su amado continuo nuevamente su marcha, queriendo no mirar atrás y arrepentirse de las consecuencias que traería esa acción.
-Es el verdad.- dijo con un extraño tono en su voz logrando nuevamente detenerla y haciendo maldecir a la mujer en sus pensamientos.
-No sé de qué hablas.- dijo intentando sonar fría y molesta aun sin darle la cara.
-Vamos, tú más que nadie debería saberlo.- dijo ya un poco más alto mientras su voz se llenaba de furia y tristeza contenida.- Sé que tu prometido te lo pidió, él sabía lo de nosotros desde un principio.
La mujer incrédula hizo lo que no debía en ese mismo instante….. Darle la cara.
-E-él lo s-sabia.- dijo sin poder creerse las palabras del hombre domador de fuego.
-No me mientas!, desde el día en que te conocí siempre supe que lo amabas, fui un tonto al creer que al menos me arias caso, que tendríamos algo, pero por lo que veo….siempre fue un no para mi verdad.
-Te e-equivocas, yo ya no ''es lo mejor''.- dijo una voz en su cabeza. Entonces lo vio, supo que prefería ser odiada que romperle el corazón de esa forma, al hombre que ama. Tal vez en su pasado siempre allá estado enamorada de su ahora mejor amigo y que su compromiso simplemente fue un engaño para poder verlo.
Ahora lo sabe, tal vez en un futuro encuentre a alguien, a alguien que lo haga feliz, alguien que sepa quererlo y no hacerlo sufrir como ella en esos momentos lo hacía.
Y entonces tomo la decisión de cambiar su afecto por ella para llenarlo con otra cosa que al menos no lo aria sufrir.
Que el la odie.
-Es verdad.- dijo dándose media vuelta mientras intentaba no llevar sus manos a su rostro y no permitirle ver sus lágrimas.- Solo te utilice para llamar su atención y como te has dado cuenta. Funciono.
-Te odio.- fueron tan simples, pero tan desgarradoras aquellas palabras. Escucho como su amado se retiraba en dirección contraria a la de ella, pero solo fue breve ya que escucho que no paso mucho para detenerse nuevamente.- Adiós.
Y se fue.
Y con el su felicidad.
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Ya ha pasado casi una semana desde el día en que Juvia decidió contarle todo a Natsu, y cuando es todo es todo. Le conto toda su infancia, su infeliz infancia, la gente que conoció, la gente que odio, la gente que amo, la gente que destruyo incontables veces el corazón de Juvia.
Al principio no supo que decir, es decir, él también tuvo una mala infancia pero no tan…..solitaria como la que Juvia tuvo, así que sin poder decir nada, solo le dijo que podía contar con él y de paso….golpear a hielitos.