TORMENTA DE EMOCIONES (CACHÉ)

No se que esta pasando

-Calle-
Desperté y lo primero que vi fue a una pequeña criatura aun durmiendo a mí lado, me quedé admirando la unos minutos y pensando en lo que había pasado ayer. Me levanté de la cama y salí de la habitación para dirigirme hacia la cocina.

Prepare algo de desayuno aunque nunca he sido la mejor en eso, hice dos sándwichs de jamón y queso con café caliente, me dirigi a la habitación para llevarle el desayuno a poché.

Al entrar vi que poché no se había despertado todavía así que me acerque y puse mi mano en su mejilla y empece a acariciar la, ella empezó a abrir los ojos y se estiró.

-Buenos días dormilona- le digo mientras ella se levantaba de la cama.

-Que horas son?

-Son las 10:30, y prepare este desayuno para ti- Me vio con una carita muy tierna al mismo tiempo en el que se sentaba a desayunar.

Le dio la primera mordida al sándwich y me miró con cara de disgusto.

-En serio está tan mal?- La mire confundida

-Te vez tan tierna haciendo esa cara- Me dijo entre risas - Está delicioso-

-Me asustaste-

-Deviste ver tu cara- Lo dijo mientras se acercaba a mí a depositar un pequeño beso en mis labios y continuó comiendo.

No sabía que sentía ella, ninlo que éramos, ni como iba a reaccionar las personas al saber sobre nosotras.

-Calle- Escuche que me llamaba poché.

-Tienes una toalla que me prestes?

-Si, toma-

Vi que salió de la ducha con su pelo azul mojado y me quedé observandola hasta que tocaron la puerta, era mi mamá preguntando si ya habíamos comido.

-Si, ya comimos, voy a llevar a poché a su casa-

-Ok, con mucho cuidado.

Poché se alistó se puso la misma ropa de ayer ya que no traía más y se negó a qué yo le prestara.

Nos subimos al carro y pusimos música.

-poché-

De camino a mi casa no dejaba de pensar y todo lo que había pasado ayer y hoy al desayuno, no entendía que era lo que sucedía, ese pensamiento rondaba siempre en mi cabeza.

Cuando llegamos le ofrecí a calle que entrara a mi casa ya era su turno de conocer a mi familia. Entramos y al primero que vimos fue a mi perro Ramón que corrió para saludarnos, Calle al verlo se lanzó a acariciarlo y detrás venía mi madre.

-Hola Calle- mi mamá ya conocía a calle y no se le hacía rato que fuera a la casa.

-Hola Laura, cómo ha estado?-

-Muy bien gracias, por cierto poché tu padre está aca- No sabía porque estaba allá pero no era momento para tener esa charla.

Mi papá estaba afuera en la piscina así que cojí la mano de calle y la lleve hasta allá y se la presente.

-Papá ella es calle mi - me quedé un segundo pensando ya que no sabiamos que éramos exactamente- mi amiga- dije dudosa mientras la observaba.

-Mucho gusto Luis, quiere que pida algo de comer? - mire a calle y asintió con la cabeza.

Mi papá fue a pedir el almuerzo. Subimos a mí habitación y calle se sentó y note que se me quedó mirando.

- Tengo algo en la cara? - Le pregunte entre risas

- No, solo que te vez muy linda hoy- ese comentario me puso roja.

Pero todavía no estaba preparada para hablar sobre lo que estaba pasando así que desvíe el tema y le pregunté si quería ver una película.

Buscamos en Netflix y encontramos una que nos llamó la atención se llamaba Las ventajas de ser invisible, al terminarla de ver bajamos a almorzar con mi papá y llegó mi hermana a acompañarnos.

Luego de comer calle se tubo que ir ya que su mamá necesitaba ayuda con unas cosas en el estudio.

Necesitaba hablar con alguien sobre lo que estaba pasando y solo me acordé en lo que me dijo Camila la primera vez que vi a Calle:

-Te gusto la nueva?

Ella era la única que sabía algo sobre eso así que decidí ir a su casa. Cojí las llaves del carro y de la casa y salí.

Cuando llegue a la casa de ella toque el timbre y su padre me abrió.

-Esta Camila?- Su padre era un gran hombre y la verdad lo podía intimidar a uno muy fácil.

-Si, pasa esta arriba en su habitación-

-Gracias.

Pase a su lado y subí las escalas para llegar a la habitación de Camila, cuando llegue vi que la puerta estaba abierta y me asome.

-Poché que haces aquí?- Preguntó un poco sorprendida al verme.

-Tengo algo que hablar contigo- Me miró un poco asustada.

-Que paso?, Tiene que ver con Calle?- Al escuchar eso quede un poco perpleja ya que no entendía como sabía que se trataba de calle.

-Como sabes que se trata de ella?- Preguntó un poco confundida

-Veo cómo se miran no soy boba, ven tranquila, sientate-

Me senté a su lado y le empece a contar todo lo que había pasado la noche anterior y ese día por la mañana con Calle.

-Ella te gusta? - Me preguntó de forma muy directa y no sabía que responder.

-Si, pero no sé lo que ella siente y estoy muy confundida- Se me Aguarón los ojos, Camila me extendio los brazos y me abrazó.

-Todo va a estar bien no te preocupes y por calle es obvio que le gustas yo veo como mira y uno no mira así a cualquiera.

Nos quedamos un rato hablando de todo un poco hasta que sonó mi celular y era un mensaje de mi mamá:

-Maria José usted a qué horas piensa llegar a la casa? Ya son las 11:00 p.m

-Ya voy- No había notado la hora pero esa era otra razón por la cual quería vivir sola.

Me despedí y le di las gracias a Camila por escucharme y me fui a mi casa.

Al llegar solo di un paso en la casa y mi mamá ya me estaba poniendo problema, tenía muchas cosas en la cabeza que no le preste a tención y se me olvidó preguntarle el porque mi papá estaba en la casa, simplemente seguí derecho, me encerré en mi habitación y me puse a la búsqueda de apartamentos cerca de la zona.

Luego de una búsqueda muy larga encontré uno que me pareció muy lindo y a un buen precio así que agende una cita al día siguiente.

Me puse mi pijama, me enrolle en las sábanas y me acosté a dormir.