Capítulo 8

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Trato de recomponer mis latidos, trago ese nudo de ansiedad de mi garganta, respiro, sigo con lo que debo.

—Estos son mi hermana y mis amigos Alex— le apretó la mano, su tacto es maravilloso — perdón si no fué...

—Me encantan— me sonríe — señoritas, un gusto conocerlas, pero me llevó a Lucas antes de que se haga más tarde- Les da un beso en la mejilla y me arrastra con el.

—¡No seas como Onodera!— Gritan al unísono antes de ir corriendo por Martín.

Trato de no pensar en mi amigo y su mirada luego del susurro.

Y se me hace fácil por el calor que siente mi cuerpo al ser arrastrado por las calles de Santiago tomado de la mano de este chico.

Pero aún así... Esas dos palabras...

"Me cansé".

Al ser arrastrado por las calles de Santiago, con nuestras manos entrelazadas y un silencio cómodo, pude pensar de una manera tranquilizadora, sé lo que Alex está haciendo y eso es darle tiempo a mi cabeza

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Al ser arrastrado por las calles de Santiago, con nuestras manos entrelazadas y un silencio cómodo, pude pensar de una manera tranquilizadora, sé lo que Alex está haciendo y eso es darle tiempo a mi cabeza.

Luego de pasar el rato juntos en el Parque Quinta normal, tranquilamente llegamos a uno de mis Pub favoritos.

Durante el día nos dimos un par de besos, sentí ese escalofrío en mi espina dorsal, pero aún así no estaba disfrutando como quería disfrutar.

El Martín de alguna manera hizo que mi pechito de macho doliera.

¿Pero qué cresta se supone que quiero?

¿Acaso lo que me ha dolido de todo esto, es que Martín, al que consideró un hermano, se este cansando de tratar de tener una relación conmigo?

¿O lo que me duele es simplemente no poder aceptar lo que este weon siente por mi?

Luego de un par de cervezas ya en mi cuerpo, el mareo comienza a llegar, un silencio incómodo esta puesto gracias a mi en esta la que se supone que era nuestra primera cita.

Y como siempre mi lenguaje se comienza a soltar.

—Lucas— Alex me mira — ¿desde cuándo el siente cosas por ti?

- Desde el primer día en que nos conocimos, el es un buen chico Alex, me dijo sus sentimientos hace mucho y aún así siempre a estado ahí, aunque yo nunca lo acepte como algo más que un amigo.

—¿Ósea que no sientes nada por el?— Alex me observa travieso —Al menos se comieron yo creo— Mi sonrojo lo paraliza—  ¿Nunca lo besaste?

—Se supone que yo te gusto weoncito, ¿para qué me preguntas tantas leseras?— arrastro como puedo mis palabras —Se supone que deberías estar feliz de que no esté con alguien más y aún así me estas preguntando por el Martín.

Alex me sonríe... Y cómo me gusta cuando lo hace. 

—Simple curiosidad, es que no es por nada, pero es raro que nunca tuvieras alguna novia, eres un lindo chico, con buen físico y no es que no me haya fijado en esa pequeña expansión que tienes escondida tras ese largo cabello rojo. 

¿Qué? ¿Acaso tiene vista de Alcón?, Pues si vamos con esas.

—¿Y que hay de ti?, Ya tuviste a una linda chica entre tus brazos con ese aspecto misterioso y con aretes en el cartílago del oído derecho— Le suelto sin pena alguna — Pero aún así, en este momento estas tras un chico, qué tal vez siempre estuvo esperando ser visto por alguien, pero que yo también quería poder encontrar.

—¿Y en eso estamos ahora?, ¿Tú me viste y yo te ví?— me pregunta.

Y no hay más que decir.
Le sonrío, el me sonríe.

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