Buscándote Entre Las Estrellas

Capitulo 10

Repasando... Mis mejores amigos son unos idiotas.

Tener que correr al departamento por que el lindo del Martín con la rizo se pongan a tomar y estén apuntó de hacer algo de lo que se arrepentirán no es algo normal.

Nisiquiera cuando estaba en el liceo corría en educación física y ahora me hacen correr por culpa de estos...
Mejor no les digo lo que pienso.

Al llegar a la puerta del departamento y entrar, observo a mi hermana caminando de un lado para el otro, no necesitamos palabras, simplemente busco la "llave mágica" en mis bolsillos y abro la puerta con fuerza.

- ¡Qué chucha están haciendo!

Mi hermana pega un grito de los que nos dejan reclamos de los vecinos, pero no importa mucho, esta vez tiene toda la razón.

Ver a la rizo encaramada al Martín semidesnuda... No era algo digno de ver.

En algún momento me debo haber movido, ya que ahora tengo a la rizo atrapada entre mis brazos y la saco junto con mi hermana de la habitación, dejo la llave nuevamente en mis pantalones y ahora entro yo   cerrando con pestillo la puerta.

Estoy furioso, el Martín me mira apenado y se levanta de la cama para acercarse a mí, me trata de abrazar y le golpeo sus brazos.

- ¿Esto es lo que querías weón?- trato de controlar mi respiración- ¿Quieres perder a tu amiga, a tus amigos? ¿por puro estar despechado? ¿Cómo se te pas-

- ¿Cómo se me ocurrió?-  Me empuja - ¡Tú no eres el que está enamorado de su mejor amigo Lulú, soy yo el idiota que aún cuando me Haz rechazado  seguía teniendo esperanza!

Me quedo con la boca cerrada y el frustrado me empuja nuevamente para dejarme en la cama y abalanzarse sobre mí.

- Yo soy el que te quiere weón, pero ya me cansé Lucas, me cansé de tener esperanzas y de tenerte cómo lo más importante en mi vida...

Y ahí es cuando mi corazón se corrompe.

Lágrimas ajenas caen sobre mis mejillas y ver al Martín destrozado me rompe también en mil pedazos.

- Me dolió... - Martín me mira confundido-  Me dolió que me dijeras que ya estabas cansado de querer algo conmigo, me siento una mierda de mejor amigo por ser tan egoísta y no querer dejar que te alejes de mí. Y ahora estoy confundido por tanta lesera.

Martín poco a poco deja caer su cuerpo sobre el mío, dejando que acúne su rostro y limpiarle las mejillas.

Las pocas veces que había visto llorar a Martín era por querer ser el mismo,  por discriminación, por varios chilenos que casi lo matan a golpes llamándolo "Maricón", sin saber que eran ellos los verdaderos maricones en ese momento.

Por raro que suene sentí cierta tensión entre los dos al estar mirándonos de manera tan cercana a los ojos. Martín me miraba cómo pocas personas lo hacían, tratando de atravesar los muros que separan a la mente del alma.

- ¿Lulú?- asiento para que sepa que lo escucho- perdón si luego te enojas por esto.

No digo nada y dejo que capture mis labios con los suyos.

Para su sorpresa,  dejo que pueda llegar a mi alma...

Y no lo aparto.